El gluten es una proteína que ocurre naturalmente en el trigo. Al hornear, sirve para mantener juntas las partículas de masa, dando a los productos de trigo su textura familiar. Para aquellos que no pueden comer nada que contenga esta proteína, la harina sin gluten se desarrolló como un sustituto de la harina tradicional. En lugar de estar hecho de trigo, la harina sin gluten está hecha de otros tipos de semillas, granos y plantas.
Las personas con enfermedad celíaca, una condición que interfiere con la digestión en el intestino delgado, no pueden comer alimentos que contengan gluten. También hay otros tipos de sensibilidades al gluten, aunque no todos son tan extremos. Para quienes padecen este tipo de afecciones, la harina sin gluten es la única forma de disfrutar los productos horneados.
No todas las harinas alternativas no contienen gluten, incluso si se hacen sin trigo. Para aquellos sensibles al trigo pero no al gluten que contiene, las harinas hechas de ingredientes clave como la cebada y el centeno pueden ser buenas alternativas. Estos se pueden usar solos o en combinación con otros tipos de harina para producir deliciosos panes y otros productos de panadería sin incluir trigo.
La verdadera harina sin gluten está completamente libre de granos que tienen gluten como parte de su maquillaje. Esto da como resultado una harina con la que a veces puede ser difícil trabajar, ya que el gluten es esencial para la elasticidad y estructura de muchos productos horneados. Sin embargo, es posible hacer sustituciones que puedan aproximarse a algunas de las características de la harina de trigo. Hacerlo permite que las personas que deben evitar el gluten continúen disfrutando de muchos de los alimentos que de otro modo podrían perderse.
Al hornear con harina sin gluten, es extremadamente importante seguir la receta exactamente como está escrita. Las características de este tipo de harina son muy diferentes a las de la harina de trigo, por lo que las recetas generalmente se crean con mucha prueba y error. Una vez que se logran las características deseadas, hay poco espacio para la desviación sin la necesidad de desarrollar la receta desde cero una vez más.
Existen varios tipos de harina sin gluten que pueden funcionar bien en diferentes recetas. La harina de sorgo, la harina de arrurruz y la harina de arroz son buenas opciones. Además, a menudo se usan harina de amaranto y harina de trigo sarraceno. Cada uno tiene sus propias características particulares y agrega un sabor único a la comida. Algunas de las harinas alternativas también requieren un manejo especial, y deben almacenarse en el refrigerador en lugar de dentro del armario.