Una comedia de situación o comedia de situación es una actuación cómica que se centra en crear situaciones humorísticas que los personajes deben resolver. Este formato comenzó en la radio y dio su salto a la televisión a finales de la década de 1940, convirtiéndose en uno de los primeros modos de entretenimiento en trasladarse a la pantalla del televisor. El cambio a la televisión resultó ser un buen paso para las comedias de situación, ya que la mayoría de las cadenas transmiten varias comedias de situación populares en un momento dado.
Varias características distinguen a una comedia de situación. El primero es el uso de un elenco recurrente de personajes que tiende a permanecer estático, para que la gente pueda sintonizarlo en cualquier momento y seguir la acción. Muchas comedias de situación también cuentan con un número limitado de sets, a veces con solo un set donde tiene lugar toda la acción en pantalla. La comedia se centra en gran medida en errores físicos y malentendidos, y a menudo se basa en experiencias de la vida real para que la audiencia pueda conectarse con la acción. Clásicamente, una comedia de situación también se transmite con una pista de risa, o se filma frente a una audiencia de estudio en vivo que proporciona las risas.
Cualquier comedia de situación determinada tiene al menos cuatro personajes principales. El héroe es el personaje en torno al cual gira el espectáculo, como el cabeza de familia o el camarero del bar de la esquina. El interés amoroso sirve como un contraste para el héroe, con los dos enamorándose y desenamorándose a lo largo de la serie, mientras que el amigo brinda consejos y apoyo al héroe sin hacerse cargo del espectáculo. El antihéroe proporciona una nota de villanía.
Los personajes de las primeras comedias de situación solían ser miembros de una familia o un par de familias. Con el tiempo, las redes comenzaron a incluir comedias de situación sobre grupos de amigos, compañeros de trabajo u otras personas que se encuentran en una situación, como pasantes médicos. A menudo, los personajes parecen extrañamente desiguales, creando una nota de conflicto que mantiene el programa dinámico e interesante. Algunos programas tienen arcos de historia largos que se desarrollan a lo largo de las estaciones, lo que permite que los personajes evolucionen y cambien, mientras que otros mantienen a los personajes estáticos, lo que puede volverse aburrido para los espectadores.
Clásicamente, las comedias de situación duran 30 minutos e incluyen una trama principal o «A» y una trama menor o «B». La trama A requiere un episodio completo para resolverse, mientras que la trama B proporciona cierta variación y tensión dramática. También se pueden agregar otras subtramas, junto con ganchos y giros dramáticos para mantener a los espectadores clavados en la pantalla. Algunos ejemplos conocidos de comedias de situación incluyen: Seinfeld, Frasier, The Office, Fawlty Towers, The Honeymooners, Cheers, Gilligan’s Island, Arrested Development y, por supuesto, I Love Lucy.