Es una distinción matizada, pero el consumo excesivo de alcohol puede dañar, no matar, las células cerebrales adultas. Según estudios médicos recientes, beber en exceso definitivamente puede causar daño a las células cerebrales, específicamente a las dendritas que ayudan a transportar señales a través del sistema nervioso central de una persona. Esto contribuye a problemas comunes relacionados con la embriaguez, incluida la falta de coordinación y problemas de aprendizaje y retención de la memoria. Sin embargo, los jóvenes, incluidos los adolescentes, cuyos cerebros aún se están desarrollando, corren el riesgo de sufrir daños cerebrales más graves debido al consumo de alcohol, pero un adulto con un cerebro desarrollado no mata las células cerebrales bebiendo.
Más para considerar sobre el consumo de alcohol:
Si bien el consumo de alcohol no mata las células cerebrales en los adultos, el consumo excesivo de alcohol puede provocar el síndrome de Wernicke-Korsakoff, que sí destruye las células cerebrales.
Otros problemas médicos, como la enfermedad hepática, pueden ser el resultado del abuso de alcohol.
Algunos estudios han demostrado que el consumo moderado y responsable de alcohol en adultos ayuda a prolongar la función cerebral saludable hasta la vejez, pero esta investigación enfatiza la responsabilidad y madurez en el consumo de alcohol.