Una de las primeras cosas que los médicos intentan hacer cuando a un paciente se le diagnostica mieloma múltiple es determinar la estadificación de la afección. La denominada estadificación del mieloma múltiple implica observar los indicadores de la enfermedad para determinar cuánto ha progresado la afección y cuánto ha afectado ya la médula ósea y los huesos del paciente. Con base en esta información, el médico puede trazar un curso de tratamiento y tener una mejor idea del pronóstico del paciente.
Para ayudarlos con la estadificación del mieloma múltiple, los médicos observan los principales indicadores de este tipo de cáncer. Son lesiones óseas o dolor, función renal reducida, niveles elevados de calcio en sangre y anemia. Los pacientes sin síntomas aparentes tienen mieloma múltiple inactivo, también llamado mieloma múltiple latente. Si un médico determina esto durante el curso de la estadificación del mieloma múltiple, seguirá vigilando de cerca al paciente en el futuro. El médico también puede sugerir algunos medicamentos para proteger al paciente de los posibles efectos secundarios de la afección, como medicamentos para fortalecer los huesos o vacunas contra ciertos tipos de infecciones.
Si el paciente coincide con los síntomas del mieloma múltiple, se considera que tiene un caso activo. Un paciente que demuestre niveles más altos de proteína en su orina o sangre o que muestre daño orgánico en particular, podría requerir tratamiento inmediato. Otros síntomas que los médicos pueden observar durante la estadificación del mieloma múltiple incluyen infecciones repetidas y amiloidosis, una acumulación anormal de proteínas en ciertos órganos.
El nombre del sistema tradicional de estadificación del mieloma múltiple se llama sistema Durie-Salmon. Permite a los médicos saber cuál de las tres etapas ha alcanzado un caso activo de mieloma múltiple. Cada una de las tres etapas de este sistema también se divide en dos subcategorías, según si la enfermedad ha afectado los riñones del paciente.
Otro sistema de estadificación del mieloma múltiple, que es más nuevo y se ha vuelto más común, se llama Sistema Internacional de Estadificación. Según los niveles de ciertas proteínas en la sangre, este sistema también divide los casos en tres etapas. El mieloma en estadio I se diagnostica cuando un paciente tiene glóbulos rojos casi normales, niveles normales de calcio, niveles muy bajos de proteínas sanguíneas y ningún daño óseo, entre otros síntomas. Con mieloma en estadio II, el cuerpo del paciente contiene más células cancerosas. Los pacientes con mieloma en estadio III presentan daño óseo, anemia, muchas células cancerosas en el cuerpo y niveles más altos de proteína en sangre, entre otros síntomas.