Los escalofríos nocturnos se caracterizan por episodios de escalofríos o sensación de frío por la noche, a menudo combinados con episodios de sensación de mucho calor. En la mayoría de los casos, los escalofríos no son un signo de una enfermedad grave, aunque cualquier inquietud debe comentarse con un médico. Algunas posibles causas de los escalofríos nocturnos incluyen fiebre e infecciones, cambios hormonales o el uso de ciertos medicamentos. Controlar el motivo de los escalofríos a menudo ayudará a reducir o eliminar este síntoma angustioso.
La fiebre es una razón común de la presencia de escalofríos nocturnos. La fiebre puede ser causada por una variedad de factores, que incluyen trastornos digestivos, problemas del sistema inmunológico o algunas formas de cáncer. La infección también es una causa común de fiebre. Estas infecciones pueden incluir resfriado común, infecciones de oído o apendicitis. También se sabe que la neumonía o una infección de la sangre conocida como sepsis causan escalofríos.
Los cambios hormonales con frecuencia provocan escalofríos nocturnos. Estos cambios hormonales son más comunes durante la menopausia, el momento en la vida de una mujer en el que los períodos menstruales dejan de ocurrir, lo que marca el final biológico de los años reproductivos de la mujer. La terapia hormonal puede ayudar a aliviar este síntoma en algunas mujeres, ya que se cree que la disminución de los niveles de estrógeno es responsable de la mayoría de los síntomas de la menopausia.
Ciertos medicamentos pueden incluir escalofríos nocturnos como un posible efecto secundario del medicamento. En algunos casos, este síntoma puede ser un indicio de una complicación grave y potencialmente peligrosa del uso del medicamento. Por esta razón, cualquier episodio de escalofríos nocturnos que se desarrolle después de comenzar un nuevo medicamento debe discutirse con un médico de inmediato. Luego, el médico decidirá si el medicamento debe suspenderse o reemplazarse por un tipo diferente de medicamento. La prednisona y otros medicamentos esteroides son particularmente propensos a provocar síntomas como escalofríos.
Los trastornos del sistema inmunológico pueden provocar el desarrollo de escalofríos, especialmente por la noche. Algunos trastornos inmunitarios que pueden incluir escalofríos incluyen artritis, lupus y SIDA. La diabetes también puede provocar este síntoma. El manejo adecuado de estas afecciones puede ayudar a reducir la frecuencia de los escalofríos durante la noche.
El tratamiento para los escalofríos nocturnos comienza con la búsqueda de la causa original. Un médico puede ordenar análisis de sangre u orina en un intento de localizar cualquier proceso patológico que pueda estar causando escalofríos. Una vez que el proceso de origen de la enfermedad se ha tratado con éxito, los síntomas deben desaparecer sin ningún tratamiento adicional. Si los escalofríos persisten después del tratamiento médico, se debe notificar al médico.