El duelo no resuelto se refiere a un proceso prolongado de duelo por una persona, situación o relación que se ha ido. Si bien muchas personas experimentan dolor por una pérdida grave, el proceso puede extenderse y empeorar si ocurren problemas, sentimientos u otras complicaciones no resueltas. Las personas que experimentan un duelo no resuelto pueden no haber podido revelar sentimientos o revelaciones importantes con respecto a la situación, o pueden no poder seguir adelante debido a problemas ambiguos que rodean una desaparición o una probable muerte.
El duelo es un proceso normal que las personas experimentan de diferentes maneras. La muerte de un ser querido o la pérdida de una relación importante no solo es una experiencia muy triste, sino que también provoca un cambio de perspectiva en la persona en duelo, que ahora debe aprender a enfrentarse a un mundo diferente. Este proceso puede ser difícil y contribuir a muchos problemas asociados, incluida la depresión o el abuso de sustancias. Sin embargo, en general, la persona en duelo eventualmente se adaptará y aprenderá a navegar en el nuevo mundo, y con el tiempo puede sentirse resuelto sobre la situación, incluso si la tristeza nunca se desvanece por completo.
Una de las situaciones más comunes que causa dolor no resuelto es cuando los problemas emocionales no han sido resueltos por la persona en duelo y la persona que murió o se alejó del contacto. Los secretos, las discusiones inconclusas y los malentendidos nunca resueltos pueden llevar a un duelo prolongado. La carga regular del dolor se puede ampliar con la culpa y el conocimiento de que las cosas no se resolvieron antes de la muerte o partida de una persona importante.
La muerte de niños o jóvenes puede causar un dolor no resuelto en familiares y amigos cercanos. Parte de esta complicación proviene del hecho de que los padres y amigos tienen esperanzas, sueños y planes para el joven y su futuro, que ahora nunca se cumplirán. Como ocurre con muchas situaciones de duelo sin resolver, las personas pueden sentir que es objetivamente incorrecto que una persona muera con tantas cosas sin cumplir y con un futuro lleno de promesas. Los padres también pueden caer en patrones de duelo no resueltos debido a la creencia, equivocada o no, de que no desempeñaron su papel de protector y le han fallado al niño muerto.
Cuando una persona desaparece, es secuestrada o aparece como desaparecida en acción en un esfuerzo militar, puede ocurrir un dolor no resuelto debido a la falta de conocimiento real. La idea de que un ser querido todavía pueda estar ahí afuera, vivo y necesitado, puede torturar a muchas personas en duelo en una espiral cada vez más profunda de dolor y culpa. Además, algunos estudios psicológicos muestran que las personas aceptan mejor la muerte cuando se les presenta evidencia física de la muerte; puede ser una parte importante del inicio del proceso de cierre.
Si una persona en duelo no tiene una salida para la expresión de sus sentimientos, el dolor puede permanecer sin resolver. Una persona encerrado que pierde a un amante puede no tener un recurso disponible para discutir su dolor y pena por el tema, por temor a exponerse. Es posible que una adolescente que sufre un aborto espontáneo no pueda hablar sobre sus sentimientos de pérdida debido al miedo al castigo o al descubrimiento. Ignorar u ocultar el dolor emocional puede tener graves consecuencias tanto para la parte en duelo como para quienes la rodean.
Es importante, en cualquier situación en la que no se pueda expresar el dolor a amigos y familiares, buscar ayuda profesional. Internet también puede ser una gran fuente de apoyo anónimo para el duelo, a través de sitios web de apoyo que no requieren datos personales. Cualquiera que experimente signos de depresión o pensamientos suicidas debe buscar ayuda inmediata de profesionales.