¿Cuál es la conexión entre la dentición y la secreción nasal?

Muchos padres asocian la dentición y la secreción nasal debido a los síntomas similares a los del resfriado que muchos niños experimentan durante ese tiempo. Los bebés tienden a llevarse las manos a la boca mucho mientras les están saliendo los dientes debido al dolor y las nuevas sensaciones que sienten en las encías. Sus manos pueden entrar en contacto con una gran cantidad de gérmenes durante el día, que luego se introducen en sus sistemas y provocan secreción nasal.

A cada bebé le empiezan a salir los dientes a una edad diferente. La mayoría de los bebés han comenzado a cortarse el primer diente a los siete meses. Por lo general, reciben 20 dientes de leche, que se reemplazan gradualmente durante los años posteriores por el conjunto completo de 32 adultos.

Los primeros dientes en aparecer son los incisivos. Estos son los dos dientes frontales de las encías superior e inferior. Los dientes inferiores tienden a cortar primero. A los incisivos le siguen los primeros molares, caninos y segundos molares. La mayoría de los niños tienen su juego completo de dientes de leche a los tres años.

Un bebé que experimenta tanto la dentición como la secreción nasal también puede tener tos y fiebre baja. Estos pueden ser signos de que el niño está combatiendo una infección o un virus. La mucosa de la nariz comenzará a ponerse amarilla o verde si se presenta una infección y se debe consultar a un médico. Sin embargo, la mucosidad clara de la nariz y la boca puede indicar que un diente está empujando a través de las encías. Otros síntomas de la dentición pueden incluir irritabilidad, mordedura excesiva, babeo y tirones de orejas.

Hay una variedad de medicamentos seguros disponibles para los bebés que experimentan estos síntomas similares a los del resfriado. Estos incluyen reductores de fiebre y descongestionantes. Por lo general, estos medicamentos no deben administrarse a niños sospechosos de cortarse un diente. La mayoría de los médicos prefieren reservarlos para combatir resfriados y virus reales, y se debe consultar a un profesional antes de administrar el medicamento.

Muchos padres optan por lidiar con la dentición y la secreción nasal con remedios caseros naturales. Esto incluye ofrecerle al niño un juguete enfriado en el congelador o un gofre congelado para machacar con sus encías. La sensación de frío alivia el dolor ardiente causado por los dientes entrantes. Los padres también pueden llevar a sus bebés al baño y preparar un baño o una ducha caliente para crear una gran cantidad de vapor. Este vapor suaviza los conductos nasales y permite que la mucosa salga libremente de la nariz y facilite la respiración.

No existe una conexión definitiva entre la dentición y la secreción nasal. De hecho, la dentición no tiene ningún vínculo científico con los síntomas que la acompañan. Los efectos secundarios de la dentición son comportamientos generalmente notados y acordados por la mayoría de los padres. Por lo general, los médicos dudan en confirmar cualquier teoría que asocie la dentición con cualquier otro cambio fisiológico.