¿Cuáles son las causas comunes de dolor de garganta y dificultad para tragar?

Una persona que tiene dolor de garganta y dificultad para tragar con mayor frecuencia tiene un virus, como el resfriado común, aunque las bacterias, alergias, otras enfermedades, tumores o problemas ambientales pueden causar estos síntomas. Los jóvenes son más propensos a desarrollar dolor de garganta debido a la frecuencia con la que desarrollan virus. La mayoría de estos casos no son graves y desaparecen sin necesidad de visitar a un profesional médico.

Los virus más comunes que provocan dolor de garganta y dificultad para tragar son los virus asociados con el resfriado común, la mononucleosis y la influenza. Con menos frecuencia, una persona infectada con sarampión, crup o varicela puede experimentar estos síntomas. También pueden ser causadas por faringitis estreptocócica, amigdalitis y difteria, que son enfermedades bacterianas.

Las personas con infección por VIH pueden desarrollar dolor de garganta y dificultad para tragar debido a la inmunidad comprometida y la presencia de candidiasis oral o citomegalovirus. Las personas con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) pueden experimentar problemas para tragar y desarrollar dolor de garganta debido a que el ácido del estómago regresa a la tráquea e irrita la garganta. Los tumores que se desarrollan en la garganta, la laringe o la lengua pueden provocar síntomas similares.

Los fumadores y las personas expuestas al humo de tabaco ajeno también pueden experimentar problemas de garganta. La exposición a productos químicos, ya sea en el lugar de trabajo o de limpiadores domésticos, también puede provocar dolor de garganta. La exposición a las alergias y la contaminación del aire también puede irritar la garganta, provocando dolor y problemas para tragar. Gritar, como en conciertos o eventos deportivos, puede tensar las cuerdas vocales y provocar estos problemas también.

La mayoría de las personas pueden tratar el dolor de garganta con simples remedios caseros. Deben beber más agua de lo habitual para calmar la garganta y mantener el cuerpo hidratado. Se puede hacer gárgaras con una solución de 0.5 cucharaditas (3 gramos) de sal en 1 taza (236.5 ml) de agua tibia para ayudar a aliviar el dolor. Un paciente también puede agregar el jugo de un limón y una cucharada de miel a un vaso de agua caliente y revolver hasta que la miel se disuelva, luego beber el líquido, una vez que esté a una temperatura agradable para beber. Descansar la voz también puede aliviar la incomodidad. Si los síntomas se combinan con fiebre, sarpullido, pus en la parte posterior de la garganta, dificultad para respirar o inflamación de los ganglios linfáticos, la enfermedad puede requerir tratamiento por parte de un profesional de la salud.