La trombocitosis es una condición de salud en la que el cuerpo produce demasiadas plaquetas en la sangre. Un individuo puede desarrollar trombocitosis primaria, donde la afección no tiene una causa conocida, o trombocitosis secundaria, donde la afección se desarrolla como resultado de otro problema de salud. Las condiciones de salud que pueden causar trombocitosis secundaria incluyen anemia hemolítica, cáncer, enfermedades inflamatorias, como artritis reumatoide, ataque cardíaco, infección, cirugía, trastornos renales o reacciones alérgicas. Algunos medicamentos también pueden causar trombocitosis secundaria, como tretinoína, vincristina y epinefrina.
Las personas que desarrollan esta afección a menudo no experimentan síntomas y la enfermedad se diagnostica durante un análisis de sangre de rutina. Para aquellos que experimentan síntomas, estos incluyen entumecimiento en las manos o los pies, dolores de cabeza, dolor en el pecho, debilidad, cambios en la visión, desmayos, sangrado por la nariz, encías, boca o tracto digestivo y hematomas.
La adición de demasiadas plaquetas en la sangre puede crear problemas debido a la función de las plaquetas en el cuerpo. Las plaquetas sanguíneas son la porción de sangre responsable de unirse para formar coágulos cuando ocurre una lesión. Una sobreabundancia de plaquetas puede provocar problemas de coagulación en el cuerpo. El síntoma más grave de esta enfermedad es el desarrollo de una coagulación inusual, que puede provocar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Un paciente que experimenta síntomas de trombocitosis, o muestra un recuento de plaquetas elevado en un análisis de sangre de rutina, se someterá a un procedimiento conocido como aspiración de médula ósea. En este proceso, el médico extraerá y examinará una muestra de médula ósea. Si el paciente no tiene ningún síntoma de trombocitosis, su proveedor de atención médica controlará su estado, pero no es necesario ningún tratamiento.
Para aquellos pacientes que experimentan síntomas relacionados con su afección, existe una variedad de tratamientos médicos disponibles. La aspirina se usa para prevenir la formación de coágulos. Los medicamentos como la anagrelida se utilizan para retardar la producción de plaquetas por la médula ósea. En personas con casos graves de trombocitosis, se realiza un procedimiento conocido como féresis plaquetaria. En la féresis plaquetaria, se usa una máquina especial para extraer sangre del cuerpo. La máquina filtra el exceso de plaquetas y los demás componentes de la sangre se devuelven al cuerpo.
Las luchas a largo plazo con esta afección pueden conducir a una afección poco común conocida como mielofibrosis. En esta condición, la médula ósea finalmente se reemplaza con tejido cicatricial. La mielofibrosis causa síntomas como anemia, fatiga, debilidad y agrandamiento del bazo y el hígado. El tratamiento de la mielofibrosis suele requerir el tratamiento de los síntomas individuales que experimenta el paciente.