La neuralgia glosofaríngea es un trastorno poco común en el que la presión sobre el nervio glosofaríngeo provoca un dolor extremo alrededor de la boca, garganta, oído, amígdalas o lengua. La duración del dolor agudo puede variar y los pacientes pueden experimentar dolores recurrentes o solo un episodio de dolor, según la causa de la afección. Hay varios tratamientos potenciales para la neuralgia glosofaríngea que se pueden discutir con un neurólogo.
Esta afección se observa con mayor frecuencia en hombres, generalmente mayores de 40 años. Puede ser causada por un crecimiento cerca del nervio glosofaríngeo, también conocido como noveno par craneal, o por una arteria colocada anormalmente que ejerce presión sobre el nervio. Este nervio, que es responsable de inervar la garganta y la boca, se confunde como resultado de la presión y envía señales de dolor al cerebro aunque en realidad no esté sucediendo nada. El dolor puede ser tan intenso que el paciente queda totalmente incapacitado y, en algunos casos, los pacientes desarrollan convulsiones o sufren un paro cardíaco.
Al igual que con otras neuralgias faciales, la neuralgia glosofaríngea se puede diagnosticar con la ayuda de estudios de imágenes médicas que visualizarán el área de interés en busca de anomalías. Un crecimiento se mostrará en una resonancia magnética o una tomografía computarizada, mientras que las anomalías vasculares se pueden revelar con un arteriograma. En algunos casos, la causa puede no ser obvia de inmediato, sin que nada parezca interferir con la función del noveno par craneal.
Los pacientes con neuralgia glosofaríngea generalmente reciben medicamentos para el control del dolor para reducir el dolor cuando se disparan sus nervios glosofaríngeos confusos. Los medicamentos anticonvulsivos también parecen ser efectivos en el tratamiento de esta afección y el uso de dichos medicamentos reducirá el riesgo de desarrollar convulsiones. En casos graves, puede ser necesario realizar una cirugía para aliviar la presión sobre el nervio, con el cirujano ingresando clásicamente en el cráneo detrás de la oreja para exponer el nervio y eliminar la fuente de presión.
El pronóstico para un paciente con diagnóstico de neuralgia glosofaríngea puede ser muy bueno. Si el médico puede encontrar la causa de la neuralgia y abordarla, el paciente se recuperará por completo. En el caso de que la causa sea más difícil de identificar, se pueden usar medicamentos para controlar la afección, manteniendo al paciente cómodo y reduciendo el número y la gravedad de los episodios dolorosos. Incluso si los pacientes solo experimentan un dolor leve, es importante consultar a un neurólogo porque la neuralgia glosofaríngea puede ser un síntoma de un problema neurológico grave.