El alcohol y la deshidratación a menudo parecen ir de la mano, y algunos creen que son uno de los principales factores que complican la resaca. De hecho, muchos atribuyen muchos de los sentimientos incómodos asociados con la resaca a la deshidratación. Otros sienten, sin embargo, que nunca se ha probado definitivamente una fuerte conexión entre el alcohol y la deshidratación. A pesar de esto, la mayoría de los profesionales médicos advierten contra el consumo excesivo de alcohol por muchas razones, incluido el riesgo de deshidratación.
La razón por la que el alcohol y la deshidratación pueden estar tan comúnmente asociados es porque muchos sienten que el alcohol es un diurético. Un diurético es cualquier cosa, especialmente un fármaco, que promueve la formación de orina en el riñón. Si un líquido, como el alcohol, promueve una mayor producción de orina que el líquido ingerido, el resultado neto es un caso de deshidratación. Esto se ve reforzado por evidencia anecdótica que sugiere que quienes beben más tienden a orinar más.
Sin embargo, no todos los médicos están convencidos de que el alcohol actúa como diurético. Algunos expertos creen que la conexión entre el alcohol y la deshidratación, o al menos una deshidratación significativa, nunca se ha probado. Más bien, sugieren que los sentimientos asociados con la resaca pueden ser causados por otros desequilibrios químicos causados por el alcohol y la subsiguiente falta de sueño.
Incluso si el alcohol no es un diurético, lo que contrasta con lo que cree la mayoría de la comunidad médica, la conexión entre el alcohol y la deshidratación se puede establecer de otras formas. Beber en exceso puede provocar un caso de intoxicación por alcohol, que a menudo incluye náuseas y vómitos. El vómito es responsable de muchos casos de deshidratación cada año, ya que durante el proceso se expulsan gran cantidad de líquidos. Por lo tanto, el alcohol puede ser responsable directa o indirectamente de una pérdida anormal de líquidos.
La conexión entre el alcohol y la deshidratación se ha convertido en una preocupación especial en los últimos años, ya que se añaden más bebidas con alto contenido de cafeína a las bebidas alcohólicas. Al igual que el alcohol, todavía existe un debate sobre si la cafeína es un verdadero diurético. Aún así, incluso con la falta de consenso científico, aumentar significativamente la ingesta de cafeína y alcohol al mismo tiempo puede poner al menos a algunas personas en mayor riesgo de deshidratación.
Para evitar complicaciones con el alcohol y la deshidratación, un bebedor puede tomar una serie de precauciones. Primero, beba siempre con moderación y a un ritmo razonable. En segundo lugar, aquellos que planean una noche para beber deben asegurarse de estar bien hidratados de antemano y tomarse un tiempo durante la noche para beber agua u otras bebidas sin alcohol y sin cafeína.