El duelo privado de derechos describe el dolor por una pérdida que no se puede expresar debido a conceptos sociales, prejuicios o simples malentendidos. Puede ocurrir cuando una persona amada o una relación de la que generalmente no se sabía se pierde, o cuando la pérdida ocurrió de una manera inusual. Muchos psicólogos están de acuerdo en que es importante llorar abiertamente y buscar apoyo cuando atraviesan un período de duelo; Si una persona está sufriendo un duelo privado de sus derechos, es posible que desee buscar ayuda de un profesional cuando sus seres queridos no puedan o no quieran escuchar o entender.
El aborto y el aborto espontáneo son dos situaciones comunes que pueden causar un dolor privado de derechos. Se puede suponer erróneamente que las mujeres que se someten a abortos no se sienten molestas o tristes por la situación, o pueden encontrarse con una franca falta de compasión por parte de algunas de las que no están de acuerdo con el aborto en general. En un aborto espontáneo, se puede esperar que la mujer que ha perdido al bebé siga adelante rápidamente, ya que el bebé ni siquiera había nacido todavía. Los hombres involucrados en ambas situaciones a menudo se pasan por alto por completo, y se presume que sus sentimientos de pérdida o dolor son menores, ya que en realidad no estaban cargando al bebé.
El dolor privado de sus derechos puede ocurrir por la pérdida de una persona o relación que no fue aprobada por la familia y los amigos de la parte doliente. En un clima intolerante, una persona en duelo puede no tener una salida para expresar su dolor por la pareja gay que su familia desaprobaba, el segundo cónyuge que nunca agradó a los hijos o incluso la pareja extramatrimonial que nunca fue revelada. En estas situaciones, es importante buscar ayuda en otro lugar, como un terapeuta o un grupo de apoyo anónimo en línea. Por lo general, lo último que necesita una persona en duelo es un recordatorio de amigos o familiares de lo sola que está en el duelo.
Otra posible causa de duelo privado de derechos es cuando la persona en duelo es criticada por estar de duelo por demasiado tiempo o es atacada por tener una actitud negativa. Algunas estrategias sociales populares se basan en la idea de un labio superior rígido y una actitud positiva, lo que puede resultar en juicio o impaciencia con las personas que se niegan a dejar de sentirse tristes o afligidos. Muchos expertos coinciden en que cada persona afronta el duelo a su manera, y que no existe una cantidad de tiempo psicológica «correcta» para llorar una pérdida. Además, reprimir emociones verdaderas como la ira, el miedo y la tristeza puede hacer que el proceso de duelo se alargue, ya que la persona en duelo no tiene una salida emocional segura para estos sentimientos y puede reprimirlos.
Una cosa maravillosa de nuestro mundo es que generalmente hay personas en algún lugar que validarán y simpatizarán con casi todo tipo de dolor. Una simple búsqueda en Internet sobre grupos de apoyo para el duelo muestra miles de tableros de mensajes y foros que dan la bienvenida a personas que enfrentan casi todo tipo de pérdidas. Si un círculo de amigos y familiares no ofrece apoyo o simpatía, es importante encontrar otros recursos para lidiar con el dolor privado de sus derechos. Los grupos de apoyo y los consejeros de duelo pueden ser excelentes salidas para el duelo que no se puede expresar de otra manera.