El manejo de la atención es la práctica de monitorear y controlar la atención a nivel individual o grupal. El objetivo de la gestión de la atención es mantener a las personas enfocadas en tareas importantes y relevantes mientras se evitan distracciones para maximizar la productividad a lo largo del tiempo. A nivel individual, un ejemplo de esto puede significar desarrollar las habilidades y el enfoque necesarios para trabajar en una computadora durante largos períodos de tiempo sin navegar por Internet. A mayor escala, puede implicar la implementación de esfuerzos destinados a mantener a los empleados concentrados en las reuniones o desarrollar un lugar de trabajo libre de distracciones. La mayoría de las aplicaciones de la gestión de la atención se encuentran en entornos empresariales o educativos donde la atención es esencial para el éxito.
El primer aspecto importante de la gestión de la atención personal es la conciencia. Las personas a menudo se distraen sin siquiera darse cuenta de que se desvían de sus tareas. Prestar atención a las acciones y estar atento a las distracciones puede ayudar a una persona a permanecer concentrada en las tareas que tiene entre manos. Si no se desarrolla una mayor conciencia personal, muchas otras técnicas de manejo de la atención serán en gran medida ineficaces.
La conciencia de las distracciones es una parte importante de la gestión de la atención porque, una vez que se reconocen las distracciones, por lo general se pueden eliminar. Aquellos que se distraen fácilmente con Internet, por ejemplo, a menudo pueden encontrar formas de trabajar sin él. La gestión del entorno laboral es una de las partes más importantes de la gestión de la atención personal.
Muchos de los principios de la gestión de la atención personal son aplicables a mayor escala. La localización de distracciones y demandas innecesarias sobre la atención de los estudiantes o empleados puede llevar a un mayor enfoque y productividad. Al igual que con la atención personal, muchos de los problemas que distraen la atención están presentes en el entorno laboral. El entorno de trabajo puede, por ejemplo, ser demasiado abierto y social, lo que alienta a los empleados a socializar en lugar de trabajar. Por otro lado, los empleados o estudiantes pueden necesitar más tiempo de descanso, ya que puede ser muy difícil mantener la atención y la concentración durante un largo período de tiempo.
Existe una variedad de otros posibles desafíos a la atención que deben tenerse en cuenta en cualquier esfuerzo de gestión de la atención. La sobrecarga de información, por ejemplo, es un problema en el que la atención, el enfoque y la productividad continuos se vuelven difíciles cuando uno está tratando de administrar demasiada información. Como tal, a menudo es mejor que las personas intenten concentrarse en un problema a la vez en lugar de realizar múltiples tareas. Las interrupciones constantes para reuniones o tareas a corto plazo también pueden interferir con la atención en proyectos más grandes a largo plazo, ralentizándolos e inhibiendo la productividad general.