¿Cuáles son las causas más comunes de moco en la garganta?

El moco en la garganta puede ser molesto, pero casi siempre está presente en pequeñas cantidades. En algunos casos, sin embargo, la mucosidad puede volverse excesiva y provocar un malestar significativo. Hay muchas razones por las que esto puede ocurrir: alergias estacionales, problemas de los senos nasales o incluso irritantes menores. La mayoría de las veces, el problema subyacente es simple y se puede solucionar fácilmente, pero en otros casos, puede ser un indicador de problemas médicos más graves.

Una de las causas más comunes de moco en la garganta es el goteo posnasal. Las glándulas del revestimiento de la garganta y la nariz producen entre 4 y 8 tazas (casi 1 a 2 litros) de moco todos los días. Con el tiempo, este moco puede acumularse, espesarse y hacerse más notorio. Esto puede suceder debido a un resfriado, una infección de los senos nasales o la gripe, pero quienes viven en áreas excesivamente frías o secas, así como las personas con tabiques desviados, también pueden sufrir goteo posnasal.

Las alergias estacionales y los irritantes también pueden ser los culpables. Muchas personas padecen alergias estacionales y, junto con la tos, los estornudos y los ojos llorosos, la mayoría de las personas pueden notar un marcado aumento de la producción de flemas en la garganta. Esta sobreproducción no solo es molesta, sino que también puede causar dolor de garganta, náuseas y dolores de estómago. Los irritantes como el humo, los productos químicos en el aire y la contaminación pueden asentarse en el revestimiento de la garganta o causar inflamación, lo que también puede generar un exceso de producción de moco.

Otras causas leves de moco en la garganta pueden incluir sinusitis aguda o crónica, así como ciertas infecciones virales o bacterianas. Algunos alimentos y líquidos también pueden causar flema adicional en la garganta, como bebidas con cafeína, comidas picantes y productos lácteos. Las alergias relacionadas con los alimentos también pueden ser las culpables. El embarazo también puede crear una producción excesiva de moco, ya que los niveles altos de estrógeno no solo pueden crear más flema, sino que también pueden hacer que se vuelva muy delgada o muy espesa.

También hay algunas razones más serias para este problema. Condiciones como la enfermedad por reflujo laringofaríngeo (LPR) pueden hacer que el cuerpo produzca más moco de lo habitual. Las dolencias como el catarro y la faringitis, así como la amigdalitis y la faringitis estreptocócica, también pueden causar un exceso de moco, al igual que ciertas afecciones virales como la tos ferina, la mononucleosis y la varicela.