El trauma histórico se refiere a heridas emocionales y psicológicas que duran toda la vida y pasan de una generación a otra. La teoría analiza las enfermedades psicológicas y físicas modernas derivadas de eventos pasados infligidos a un grupo racial, religioso o étnico. El trauma histórico se basa en la creencia de que el dolor no resuelto del abuso en el pasado se transmite de padres a hijos y explica una miríada de problemas en ciertas culturas.
Un ejemplo de trauma histórico estudiado extensamente se centra en las poblaciones de nativos americanos, que experimentan tasas más altas de alcoholismo, suicidio, diabetes, depresión y embarazo adolescente que la población general. Las altas tasas de encarcelamiento y abuso doméstico también afectan a los indígenas estadounidenses. El trauma histórico analiza el maltrato de estos pueblos por parte de los primeros colonos, misioneros y educadores estadounidenses y cómo esa historia afecta el comportamiento actual.
Algunos investigadores creen que volver a contar historias sobre cómo estas personas fueron expulsadas de su tierra y confinadas en reservas remotas contribuye a los problemas sociales y físicos. Los nativos americanos tienden a revivir las injusticias y transmitir los sentimientos de pérdida a los niños, encontraron los expertos. Un estudio teorizó que los nativos americanos creen que sufrir por un trauma pasado es una forma de honrar a sus antepasados.
Los psicólogos que trabajan con estos grupos intentan ayudar a las personas a comprender la historia como la raíz de sus problemas actuales. Su objetivo es abordar el dolor no resuelto que contribuye a las dificultades personales y de relación sin olvidar el pasado. El trauma histórico se considera un concepto bastante innovador en sociología y psicología dentro del campo de la salud mental.
Los que se oponen a la teoría creen que el trauma actual determina los problemas de salud actuales. Buscan incidentes de abuso doméstico, por ejemplo, que podrían conducir al alcoholismo y la depresión. Cuando las personas se deprimen o son víctimas de abuso, corren un mayor riesgo de sufrir dolencias físicas y es menos probable que busquen tratamiento médico, dicen los opositores.
El trauma histórico también es objeto de estudio que involucra a sobrevivientes judíos del Holocausto, descendientes de esclavos afroamericanos y veteranos de guerra. Explora cómo la privación y el dolor grupal de eventos externos en la historia afectan a las generaciones posteriores. En los veteranos de guerra, los efectos del trastorno de estrés postraumático pueden influir en las habilidades de los padres.
Un estudio profundiza en cómo los recuerdos individuales se convierten en recuerdos colectivos entre estos grupos de personas. Esto podría ser especialmente cierto para las personas que estuvieron confinadas debido a su raza, etnia o religión. Si ocurriera hambre, abuso físico o sexual o un castigo severo, el dolor permanece en su conciencia colectiva y se transmite de generación en generación, según el estudio.