El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno digestivo que se caracteriza por dolores de estómago intensos y función intestinal reducida. Se cree que hasta un 15 por ciento de la población podría sufrir SII, aunque aún no se conoce su causa. Los síntomas comunes incluyen dolores de estómago, diarrea, estreñimiento y calambres. Los probióticos para el SII son una idea relativamente nueva y las pruebas de su eficacia han arrojado resultados mixtos.
El síndrome del intestino irritable a menudo se diagnostica después de que los médicos hayan descartado otras enfermedades, como la enfermedad de Crohn, las enfermedades inflamatorias del intestino y la colitis ulcerosa. Las víctimas no muestran daños en los intestinos y, por lo general, no pierden peso como resultado de la afección. El tratamiento para el SII generalmente es una combinación de medicamentos para tratar los síntomas, incluidos medicamentos recetados para regular las deposiciones, cambios en la dieta nutricional, psicoterapia y técnicas de manejo del estrés.
Un cambio de dieta recomendado con frecuencia para quienes padecen SII es la introducción de probióticos en la dieta. Los probióticos son un grupo de bacterias que, en gran número, se cree que estimulan el sistema inmunológico y equilibran las bacterias «malas» que pueden causar problemas digestivos, como la inflamación del estómago. Estas afirmaciones han llevado a la creación de una gran cantidad de productos que cuentan con un aumento de probióticos, y estos se han comercializado cada vez más como probióticos para quienes padecen SII.
Los probióticos pueden aliviar las molestias digestivas, pero ha habido muy poca investigación médica sobre estas afirmaciones. Se ha demostrado que una cepa de probióticos, la bifidobacteria, reduce síntomas como hinchazón y dolores de estómago, y los médicos la han recetado como posible medicamento para las molestias digestivas. Otras hebras de probióticos para pacientes con SII han tenido resultados mixtos durante las pruebas, algunos no han tenido ningún efecto en el paciente y algunos han aumentado la sensibilidad y posiblemente han empeorado los síntomas.
La eficacia de los probióticos para el IBS es relativa a cada persona individual y la gravedad de su IBS. Para obtener los mejores resultados, quienes padecen síndrome del intestino irritable deben discutir sus planes con su médico y pedir su opinión médica. Un médico debería poder asesorar a los pacientes con SII sobre la probabilidad de que los probióticos funcionen en un caso particular o si podrían empeorar las molestias digestivas del paciente. Los médicos también pueden recomendar a los pacientes que consuman alimentos probióticos, que son una fuente mucho más asequible de probióticos y podrían estar especialmente diseñados para quienes padecen SII.
Los probióticos deben agregarse lentamente a la dieta, y la persona que sufre de SII debe llevar un registro de cómo se siente después de consumir estos productos. Después de varias semanas de llevar este diario, la víctima puede llevar los resultados a su médico. Si ha habido una mejora notable, los probióticos pueden ser una forma útil para que esa persona controle sus síntomas de SII. Sin embargo, si nota una disminución, debe dejar de tomar probióticos y discutir la situación con su médico.