¿Qué es la dermatitis solar?

La dermatitis solar es una forma de intoxicación solar que provoca una erupción en la piel debido a la exposición a los rayos ultravioleta del sol. Aquellos con piel pálida tienen un mayor riesgo de desarrollar esta afección que aquellos con más células pigmentarias o piel más oscura. La dermatitis solar puede comenzar a desarrollarse en cuestión de minutos o incluso horas después de la exposición al sol y puede comenzar a parecerse mucho a una quemadura solar. Las ampollas rojas a menudo comienzan a desarrollarse en la piel y pueden causar picazón de moderada a severa. Este tipo de intoxicación solar a menudo se puede prevenir aplicando protector solar y rara vez requiere intervención médica, excepto en los casos más extremos.

La exposición al sol puede empeorar los efectos del envejecimiento y aumentar los riesgos de ciertos tipos de cáncer de piel además de causar dermatitis solar. Por lo tanto, la mejor medida preventiva es usar protector solar antes de la exposición solar. Aquellos que son particularmente vulnerables a los efectos del sol deben considerar usar protector solar durante todo el año en lugar de solo en el verano. Se recomienda un protector solar con un SPF de al menos 10, pero se prefiere un SPF de 25 o más. Evitar la exposición al sol cuando no es absolutamente necesario también es beneficioso.

Para los casos leves a moderados de esta afección, las opciones de tratamiento son básicamente las mismas que para las quemaduras solares. Coloque paños fríos sobre las áreas afectadas para ayudar a aliviar el dolor. Luego aplique loción sobre la piel quemada, preferiblemente una loción que contenga aloe vera. Las cremas de hidrocortisona de venta libre también pueden brindar alivio a muchos pacientes. El paciente debe beber mucha agua y ducharse frecuentemente con agua fría para mantener la piel hidratada. Al igual que en los casos de quemaduras solares, es normal que la piel se pele con la dermatitis solar, por lo que este síntoma por sí solo no debería ser motivo de gran preocupación.

En casos más graves de esta afección, es posible que se requiera atención médica. Si se desarrolla dolor de cabeza, náuseas o escalofríos y el dolor es intenso, el paciente debe consultar a un médico de inmediato. El tratamiento dependerá de la cantidad de daño causado a la piel y de cuántas capas de la piel se hayan quemado. Rara vez se necesita hospitalización para esta afección, pero se sabe que ocurre. Un dermatólogo es un médico que se especializa en trastornos de la piel y, por lo general, está bien calificado para tratar este tipo de lesión cutánea.