Tras el descubrimiento en 1839 de que los impulsos de audio pueden tener un efecto sobre la actividad de las ondas cerebrales, la meditación binaural se ha convertido en una herramienta popular para ayudar a la relajación. La técnica se basa en dos flujos de audio diferentes que se envían al usuario, uno al oído izquierdo y otro al derecho. El nombre se deriva de la práctica de utilizar dos – bi – corrientes de señales auditivas o auditivas para iniciar un estado meditativo. Como el cerebro no puede distinguir con precisión entre las dos pistas de audio, la experiencia resultante es la de un ritmo constante y rítmico.
La meditación binaural utiliza un medio auditivo conocido como latidos binaurales. En términos simples, estas pistas de audio animan al cerebro a entrar en uno de los cuatro estados de frecuencia. Cada estado de frecuencia está vinculado a lo que el cuerpo está haciendo en un momento determinado, y al alentar al cerebro a entrar en estos estados, uno puede iniciar un estado meditativo más fácilmente que utilizando técnicas de meditación más comunes. Los estados de frecuencia cerebral que se pueden activar a través de la meditación binaural se conocen como estados alfa, beta, delta y theta.
La frecuencia más común en la que opera el cerebro es beta. A esta frecuencia, se considera que el cerebro está alerta y activo como durante las horas de vigilia. El estado alfa se produce durante los períodos de relajación.
Mientras permanece lo suficientemente alerta para reaccionar si es necesario, el cerebro aún puede emprender acciones durante este estado. La frecuencia alfa ha dado lugar al término común sueño alfa, que se refiere a aquellos momentos en los que una persona realiza una actividad y, sin embargo, posee pocos recuerdos de haberla hecho. El sueño alfa puede ocurrir con mayor frecuencia durante actividades monótonas que se realizan con regularidad y, en ocasiones, puede resultar en situaciones potencialmente peligrosas, como al conducir.
La mayoría de las secuencias de meditación binaural comenzarán llevando el cerebro a la frecuencia alfa y progresando al estado theta. La frecuencia theta es el estado meditativo clave, ya que es la frecuencia cerebral dominante durante los sueños. Es en este estado que las personas, durante la meditación, pueden experimentar alucinaciones o visiones. La frecuencia final es el estado delta, que se produce durante el sueño profundo.
Para tener éxito en la meditación binaural, el individuo aún debe ignorar los patrones de pensamiento y disociarse de los sentimientos dominantes para entrar en el estado meditativo. El uso de latidos binaurales debe considerarse una herramienta para ayudar a lograr la meditación. En realidad, el cerebro opera dentro de las cuatro frecuencias simultáneamente; uno, y ocasionalmente dos, de los estados de frecuencia serán dominantes en cualquier momento. La meditación binaural anima a una frecuencia a volverse más dominante que las demás. Sin embargo, una vez que finaliza el ritmo binaural rítmico, el cerebro volverá automáticamente a la frecuencia cerebral experimentada naturalmente.