La prueba de Thomas evalúa a un paciente en busca de contractura en los músculos alrededor de la cadera. Estos músculos, conocidos como flexores de la cadera, pueden causar trastornos si están tensos como resultado de una lesión o deformidad congénita. Además de utilizarse como herramienta de evaluación médica, la prueba también se puede utilizar en fisioterapia y entrenamiento personal para buscar el grado de flexibilidad en la cadera. Se pueden tomar mediciones periódicas para cuantificar el progreso a medida que el paciente pasa por la terapia.
En esta prueba, el paciente se recuesta en una mesa de examen y tira de ambas rodillas hacia el pecho para alinear la columna y asegurarse de que esté en contacto con la mesa. Usando los brazos para sostener una rodilla en su lugar, la pierna en cuestión se puede extender. El muslo debe poder descansar en contacto con la mesa, lo que indica que los flexores de la cadera son lo suficientemente flexibles para adaptarse al movimiento. Los pacientes pueden repetir la prueba de Thomas en el otro lado como referencia.
Los médicos ortopédicos, que se centran en el sistema musculoesquelético, pueden utilizar una prueba de Thomas en un examen si sospechan que el paciente tiene un problema de cadera. Este y otros estiramientos suaves pueden señalar la naturaleza de una lesión u otro problema, y pueden permitir que el médico desarrolle un diagnóstico. Si el paciente tiene una deformidad en la cadera, por ejemplo, es posible que los músculos no puedan relajarse por completo, tirando del muslo hacia arriba para que no pueda descansar sobre la mesa. La cirugía o la fisioterapia pueden considerarse opciones para tratar el problema.
Las evaluaciones de flexibilidad también pueden resultar útiles. En la prueba de Thomas, un entrenador personal puede tomar algunas medidas para registrarlas en el archivo del cliente. Los seguimientos pueden determinar si el cliente se está volviendo más flexible con los estiramientos y el ejercicio. No mejorar puede indicar que algo anda mal o que un régimen de ejercicio no está funcionando de manera efectiva para el cliente. Por ejemplo, es posible que un paciente no se enfríe después de correr, lo que podría tensar los músculos isquiotibiales.
Al doctor Hugh Owen Thomas, que practicó en el siglo XIX, se le atribuye la invención de la prueba de Thomas. No es invasivo, lo que puede convertirlo en una excelente herramienta para un examen físico rápido donde un médico no quiere forzar o traumatizar a un paciente. Si la prueba revela que hay un problema, se pueden explorar opciones adicionales de prueba, como imágenes médicas para mirar dentro de la cadera, si parecen ser necesarias.