El hueso nasal son en realidad dos huesos pequeños que son de forma oblonga y están situados uno al lado del otro en la parte superior media de la cara. Cuando alguien habla del «puente» de la nariz, son estos huesos a los que se refiere. Los huesos nasales varían mucho en tamaño y forma, lo que hace que la nariz parezca diferente en los individuos. A diferencia de los huesos, como los que forman la caja torácica, que funcionan para proteger los órganos internos de la cavidad torácica, el hueso nasal existe principalmente para dar forma a las vías respiratorias nasales. En los niños pequeños, estos huesos son bastante flexibles, pero están endurecidos en los niños mayores y en los adultos.
El hueso nasal es el hueso que se fractura con más frecuencia en la cara porque absorbe la mayoría de los golpes que recibe esta parte del cuerpo. Las fracturas de los huesos nasales son más comunes en adultos y niños mayores porque los huesos nasales están endurecidos. En los niños que aún son lo suficientemente pequeños como para tener huesos nasales flexibles, puede producirse una fractura parcial si se golpean en la cara con una fuerza considerable.
Muchas personas pueden asumir que, debido a que el hueso nasal no protege ningún órgano interno vital, no existe una amenaza para la vida de una nariz rota. Por lo general, esto es cierto, pero el revestimiento de la cavidad nasal es muy delicado y las lesiones importantes en la cara pueden causar un sangrado abundante. Las personas que tienen un estado de salud debilitado o que padecen hemofilia pueden estar en riesgo.
Si un golpe en la cara es lo suficientemente contundente como para provocar cualquier tipo de fractura en el hueso nasal, debe existir la sospecha de una posible lesión en otros huesos faciales como los de las mejillas o las cuencas de los ojos. Incluso existe la posibilidad de una lesión en el cráneo, que requeriría atención médica inmediata. Un médico puede ordenar radiografías y la realización de una tomografía computarizada (TC) para detectar cualquier lesión en la cabeza que pueda afectar el cerebro.
En el caso de que solo se fracture el hueso nasal, hay dos cosas importantes que deben tenerse en cuenta. Si el hueso se fracturara por un golpe lateral en la cara, la nariz podría desplazarse, resultando en una deformidad leve pero muy visible y permanente. Un fuerte impacto con la cara que está de frente puede hacer que la nariz se empuje con fuerza hacia arriba, lo que da como resultado un puente más ancho; esto también podría ser una deformidad permanente. Es importante que las personas que sufren una fractura de su hueso nasal se realicen un examen médico no solo para verificar que no haya otras lesiones, sino también para ver si los huesos nasales deben ajustarse para preservar la apariencia física del paciente.