La geofagia, o comer tierra, es bastante común en todo el mundo, y los investigadores creen haber descubierto por qué. El consumo de tierra puede proteger el estómago contra toxinas, parásitos y patógenos, lo que hace que quienes corren mayor riesgo de toxinas, parásitos y patógenos la coman. Aunque existen otras hipótesis, algunos dicen que se debe a que las personas que comen tierra tienen una deficiencia de minerales, por lo que anhelan la tierra, o simplemente tienen hambre y comerían cualquier cosa, la investigación sugiere que probablemente sea la hipótesis de protección. Esto se debe a que la mayoría de las personas que comen o anhelan la suciedad se encuentran en las primeras etapas del embarazo o son niños preadolescentes, ambos grupos que tienen un alto riesgo de padecer parásitos y patógenos.
Más datos sobre la geofagia:
La geofagia no se limita solo a los países en desarrollo. En el siglo XIX y principios del XX, comer tierra se asoció con los sureños estadounidenses pobres, que, según los informes, comían arcilla para mejorar el desempeño sexual o para facilitar el parto.
Otra razón por la que la gente come tierra es por un trastorno llamado pica. Las personas con pica tienen un fuerte deseo de comer sustancias no alimentarias, como metal, papel, pilas, bálsamo labial o incluso heces.
Aunque la geofagia tiene sus beneficios, también conlleva algunos riesgos, que incluyen infestaciones de gusanos, infecciones bacterianas, daño potencial a los dientes e incluso obstrucciones intestinales. En las sociedades que tradicionalmente comen tierra, la tierra o arcilla generalmente se hornea para minimizar el riesgo de gusanos o bacterias.