¿Qué es una prueba de tolerancia a la insulina?

Una prueba de tolerancia a la insulina (ITT) es una prueba médica que un endocrinólogo puede recomendar para evaluar a un paciente con un posible problema de la glándula suprarrenal o pituitaria. En esta prueba, el paciente recibe una inyección de insulina para reducir el azúcar en sangre, lo que obliga al cuerpo a sufrir hipoglucemia. Esto debería provocar una reacción de estrés en la que aumentan los niveles de cortisol y hormona del crecimiento. Si no es así, es posible que el sistema endocrino del paciente no esté funcionando correctamente. Podría ser necesario complementar la hormona del crecimiento o realizar algunas pruebas para saber más sobre lo que está sucediendo.

Antes de la prueba, es posible que a los pacientes no se les permita comer durante varias horas. También deben dejar de tomar medicamentos esteroides temporalmente, ya que podrían alterar los resultados de la prueba. Puede llevar varias horas completar una prueba de tolerancia a la insulina y es una buena idea ir a casa después. Los pacientes a menudo se sienten cansados ​​y temblorosos después de la prueba, y es posible que no puedan conducir o regresar al trabajo durante el resto del día.

La prueba comienza con la recolección de una muestra de sangre de referencia. Un proveedor de atención médica inyecta insulina y permanece en la habitación en todo momento para monitorear al paciente, tomando muestras periódicas para controlar los niveles de azúcar en sangre. También se pueden extraer muestras para verificar la concentración de hormonas en la sangre, que debería comenzar a aumentar a medida que el paciente se vuelve hipoglucémico. Cuando finaliza la prueba, el médico puede darle al paciente un poco de jugo o un bocadillo para elevar los niveles de azúcar en sangre.

Es posible que los pacientes no se sientan muy bien durante una prueba de tolerancia a la insulina. La hipoglucemia puede hacer que las personas se sientan temblorosas, sudorosas, cansadas e irritables. Aquellos que pierden el conocimiento pueden necesitar un bolo de medicación para elevar rápidamente los niveles de azúcar en sangre. Es necesario un monitoreo constante para asegurarse de que los primeros signos de advertencia de complicaciones se identifiquen a tiempo, y se pueden tener medicamentos disponibles para revertir los efectos de la insulina si es necesario. La fatiga y los mareos no son infrecuentes incluso después de que el nivel de azúcar en sangre vuelve a subir, porque el cuerpo del paciente aún puede estar adaptándose.

Si la glándula suprarrenal no funciona correctamente, los niveles de cortisol no aumentarán durante una prueba de tolerancia a la insulina. Los niveles de la hormona del crecimiento también pueden ser bajos, lo que indica que hay un problema con la glándula pituitaria. La prueba de tolerancia a la insulina puede ser definitiva para un endocrinólogo con inquietudes sobre un paciente, por lo que puede recomendarse a pesar de los riesgos. Siempre que un paciente esté adecuadamente supervisado, las posibilidades de complicaciones graves son bajas.