¿Qué son las drusas?

Las drusas son depósitos que pueden aparecer en la coroides del ojo, en una zona conocida como membrana de Bruch o alrededor del nervio óptico. El desarrollo de drusas parece ser un subproducto natural del envejecimiento, pero a veces estos depósitos pueden estar asociados con problemas de visión. Por lo general, se identifican durante un examen ocular de rutina en el que pueden ser atendidos por un médico, y se pueden usar pruebas de diagnóstico adicionales, como ultrasonido u otros estudios de imágenes médicas del ojo y la cabeza, para obtener más información sobre la ubicación precisa y el tamaño del depositar.

No se comprende el mecanismo detrás de la formación de drusas. Pueden ser depósitos dejados por el sistema inmunológico o pueden estar asociados con procesos naturales dentro del ojo. Varían en color desde el blanco hasta el amarillo cremoso, y tienen una apariencia brillante que inspiró el nombre:
“Drusas” significa “geoda” en alemán. Pueden variar mucho en tamaño y forma, y ​​a menudo aparecen como discos cuando se amplían.

Las drusas en la coroides son diferentes de los depósitos alrededor del nervio óptico. En el caso de los depósitos alrededor de la coroides, muchas personas los tienen naturalmente a medida que envejecen. En algunos casos, pueden estar asociados con la degeneración macular. Se desconoce si los depósitos causan o simplemente están relacionados con la degeneración de la mácula. El desarrollo de drusas en pacientes más jóvenes o el rápido crecimiento de estos depósitos puede ser motivo de preocupación, ya que puede indicar que se están produciendo anomalías en el interior del ojo.

Cuando estas formaciones se desarrollan a lo largo del nervio óptico, con el tiempo, comprimirán lentamente el nervio. Esto puede causar distorsiones en el campo visual, especialmente alrededor de los bordes, e incluso puede causar ceguera. Existen algunas otras complicaciones raras, incluido el sangrado en el ojo, que puede surgir en pacientes con drusas del nervio óptico.

No existe cura para estos depósitos. El tratamiento se enfoca en controlarlos y monitorear a los pacientes para detectar cualquier signo de cambio. En ocasiones, las drusas pueden asociarse con otras complicaciones, por lo que es importante someterse a exámenes oculares periódicos para vigilar la afección. Los pacientes también deben asegurarse de obtener una copia de su expediente si necesitan cambiar de médico para que el nuevo médico pueda leer las notas sobre cuándo se notaron por primera vez los depósitos y cómo han cambiado desde el diagnóstico inicial. Esta información puede resultar de gran utilidad para el tratamiento del estado del paciente.