Los investigadores han demostrado la conexión entre el alcohol y la gota, aunque todavía existe cierto debate sobre si la gota en realidad es causada por el alcohol o agravada por él. No hay duda de que el consumo de alcohol, especialmente en el caso de la cerveza, aumenta los niveles de purina en el cuerpo, y la purina es una sustancia que eventualmente se disuelve en ácido úrico, lo que causa gota. Algunos expertos piensan que la gota es causada principalmente por una predisposición genética y que el alcohol es solo un mecanismo desencadenante que causa los ataques de gota.
La gota es un tipo de enfermedad artrítica, que puede ser muy dolorosa e incluso incapacitante. Cuando las personas la padecen, las articulaciones de ciertas partes del cuerpo se hinchan y quedan algo inmovilizadas. En muchos casos, la gota tiende a ocurrir más en las extremidades inferiores y, por lo general, comienza primero en esas áreas. Es causado porque el cuerpo no puede digerir adecuadamente el ácido úrico y el ácido se endurece en pequeños cristales. Esta sustancia se acumulará en las articulaciones de una persona y le dificultará moverse.
Donde entra la conexión entre el alcohol y la gota es con el ácido úrico. El ácido proviene de las purinas, que son nutrientes que se encuentran en ciertos alimentos. La cerveza tiene muchas purinas y por eso se asocia más con la gota que con otros tipos de alcohol. También hay mucha evidencia de que el alcohol puede hacer que el cuerpo sea menos eficiente en la eliminación del ácido úrico, por lo que la cerveza tiene el potencial de tener un doble efecto cuando se trata de la conexión entre el alcohol y la gota. Otros tipos de alcohol también tienen una asociación significativa con la gota, con la excepción del consumo muy moderado de vino tinto.
Ya sea que la conexión entre el alcohol y la gota sea o no una relación pura de causa y efecto, existe mucha evidencia de que mantenerse alejado del alcohol puede disminuir la cantidad de episodios de gota y quizás disminuir la gravedad. En muchos casos, cuando las personas sufren de gota, los médicos pueden recomendar que una persona evite beber alcohol como medida preventiva. Hay quienes dicen que está bien consumir alcohol en un grado leve, pero esto es controvertido y muchos médicos recomiendan suspender por completo la ingesta de alcohol. Otros cambios relacionados con el estilo de vida que pueden ayudar a reducir los problemas de gota incluyen la reducción de la carne en la dieta, especialmente los mariscos y ciertos pescados en conserva.
Cuando las personas sufren de gota, existen varias opciones de tratamiento que pueden aliviar los síntomas. Un enfoque de tratamiento básico es tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) que pueden disminuir el dolor y la inflamación. En muchos casos, los médicos también pueden poner a un paciente a dieta para perder algo de peso, porque el sobrepeso también se asocia con un mayor riesgo de gota.