¿Qué es la intoxicación hepática?

La función principal del hígado es procesar las toxinas del cuerpo en desechos. Sin embargo, el órgano no es invencible y su manejo frecuente de toxinas lo hace particularmente vulnerable al envenenamiento. Hay muchas toxinas que pueden causar intoxicación hepática, incluido el acetaminofén, los medicamentos antiinflamatorios y algunas sustancias químicas que se encuentran en la naturaleza. Los vómitos y las náuseas son síntomas de intoxicación y los casos graves son letales.

La sobredosis de acetaminofén es una de las causas más comunes de intoxicación hepática, también conocida como hepatoxicidad. El acetaminofén es el ingrediente activo de muchos analgésicos de venta libre. La mayoría de las personas toleran bien este medicamento cuando se toman en las dosis adecuadas, pero algunas personas son tan sensibles al acetaminofén que incluso las dosis recomendadas pueden desencadenar hepatotoxicidad. Cuando el hígado se enfrenta a más de esta toxina de la que puede procesar, el órgano en sí se daña y se envenena por la toxina.

La intoxicación hepática puede ser causada por otro tipo de medicamento de venta libre llamado medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Los ejemplos comunes son la aspirina y la fenilbutazona. Algunos otros medicamentos que contienen antiinflamatorios no esteroideos son ibuprofeno, sulindac y prioxicam. Al igual que el acetaminofén, el envenenamiento puede ser causado por una sobredosis o una hipersensibilidad al fármaco.

Los productos químicos artificiales no son los únicos responsables de la intoxicación hepática. Los productos químicos que se encuentran en la naturaleza también pueden provocar hepatotoxicidad. Los hongos son una de las principales causas de intoxicación en la naturaleza. Las personas asocian los hongos con los alimentos que compran en el supermercado, quizás sin saber que muchos hongos silvestres son venenosos para los humanos. La raíz de valariana, la hoja de castaño de indias y la fruta de ackee también son hierbas naturales que pueden causar hepatotoxicidad.

Los síntomas de la intoxicación hepática se presentan en tres etapas distintas. El primero ocurre dentro de las primeras 24 horas después de la ingestión de la toxina y principalmente involucra náuseas y vómitos. La siguiente etapa se llama etapa latente, cuando no hay síntomas, pero la toxina todavía está afectando al cuerpo. La etapa latente dura otras 24 horas aproximadamente y es seguida por la tercera fase, que puede tardar hasta 72 horas en presentarse. Durante esta última fase, el daño al hígado se puede evaluar con un análisis de sangre del hígado y se puede determinar el pronóstico.

La intoxicación hepática no es muy común en general, pero es más común en adultos jóvenes. El envenenamiento de cualquier tipo es siempre grave y la hepatotoxicidad suele ser mortal. La única posibilidad de supervivencia para una persona con toxicidad hepática grave es el trasplante de hígado.