Un artrograma de resonancia magnética (IRM) es una herramienta de diagnóstico médico que se utiliza para permitir que el médico examine el estado del cartílago del cuerpo. El médico inyectará un medio de contraste y luego tomará imágenes de rayos X. Se realiza en una articulación para diagnosticar anomalías, como hinchazón o dolor, que pueden indicar un desgarro u otra degeneración del cartílago. Un artrograma por resonancia magnética también puede revelar una enfermedad del cartílago o el crecimiento de un quiste anormal. Este procedimiento no es invasivo y normalmente no causa ningún efecto secundario peor que una leve molestia.
Aunque un artrograma de resonancia magnética es un procedimiento simple, el paciente debe tener cuidado de revelar cualquier condición médica. El técnico de rayos X necesitará saber si el paciente tiene alergias, artritis o asma. Una infección alrededor de la articulación que se va a examinar puede interferir con los resultados. El técnico también necesita saber si el paciente es diabético o tiene un trastorno hemorrágico, enfermedad renal o se ha sometido a una cirugía recientemente. Además, estas pruebas de diagnóstico por imágenes rara vez se realizan en mujeres embarazadas.
Dado que un artrograma de resonancia magnética se realiza mientras el paciente está completamente consciente, no bajo anestesia general, no es necesario restringir la ingesta de alimentos y agua. La excepción a esto es si el paciente es un niño que está nervioso por el procedimiento y necesitará un sedante para permanecer quieto durante todo el procedimiento. Algunos pacientes adultos también pueden solicitar un sedante, especialmente si tienen claustrofobia o un trastorno de ansiedad.
Antes del procedimiento, se le pedirá al paciente que se quite todas las joyas, perforaciones corporales y cualquier trabajo dental removible, como dentaduras postizas. Los pacientes tampoco deben tener ningún artículo metálico, como horquillas, bolígrafos o cremalleras metálicas. Otros elementos también pueden interferir con la maquinaria, como audífonos y tarjetas de crédito, debido a la banda magnética. Quienes tengan dispositivos implantados, como marcapasos, implantes cocleares y miembros artificiales o válvulas cardíacas, también deben informar al técnico de su presencia.
Es probable que se le pida al paciente que use una bata de hospital para el procedimiento. Se acostará sobre una mesa de rayos X y el médico adormecerá la articulación antes de inyectarle un medio de contraste. Luego, el médico le pedirá al paciente que se acueste en la «cama» de la máquina de resonancia magnética, que luego se inserta en un túnel dentro del escáner. Los pacientes deberán permanecer completamente quietos para que la exploración funcione correctamente. Esta parte del procedimiento puede tardar entre 20 y 90 minutos.
No se requiere un tiempo de recuperación para los pacientes que se someten a un artrograma de resonancia magnética, sin embargo, se recomienda que los pacientes eviten el ejercicio intenso durante aproximadamente 12 horas. Es posible que se perciba un «crujido» en la articulación examinada durante un día después del procedimiento. Esto es normal y es el resultado del medio de contraste. Un artrograma por resonancia magnética se considera un procedimiento seguro y los efectos secundarios son muy raros. Algunos pacientes pueden experimentar dolor, hinchazón o molestias leves y temporales.