Los quistes de Tarlov son quistes que normalmente se forman alrededor de los nervios del sacro en la base de la columna. Estos quistes suelen manifestarse como pequeños sacos llenos de líquido cefalorraquídeo. Con mayor frecuencia se forman en las raíces de los nervios sacros y pueden provocar la compresión de estos nervios. No todos los quistes de Tarlov causan síntomas, pero cuando aparecen, pueden incluir dolor en la columna lumbar, ciática, estreñimiento y dolores de cabeza. Los cambios en la dieta, los medicamentos esteroides y la cirugía pueden ayudar a aliviar los síntomas de los quistes de Tarlov en algunos pacientes.
Se considera que las mujeres son mucho más propensas que los hombres a desarrollar quistes de Tarlov. Muchas personas con quistes de Tarlov no presentan ningún síntoma. Si bien estos quistes pueden causar compresión de las raíces nerviosas sacras, generalmente deben alcanzar un tamaño considerable antes de que comience la compresión nerviosa.
La compresión nerviosa asociada con los quistes de Tarlov puede ser bastante dolorosa. La ciática, que normalmente provoca dolores ardientes que bajan por las piernas desde las nalgas o la columna lumbar, puede ocurrir cuando los quistes de Tarlov comienzan a comprimir los nervios sacros. Otros síntomas de la presión nerviosa en la parte inferior de la columna pueden incluir disfunción sexual, estreñimiento, incontinencia urinaria y entumecimiento parcial o parálisis en las piernas o los pies. El dolor lumbar se considera común y puede ser el resultado de un daño en los huesos de la columna causado por la compresión nerviosa. Estos quistes pueden provocar desequilibrios en la presión del líquido cefalorraquídeo, provocando dolores de cabeza.
El tratamiento puede ser quirúrgico o no quirúrgico. Drenar el líquido cefalorraquídeo de los quistes puede aliviar temporalmente la compresión nerviosa, pero por lo general no evita que los quistes vuelvan a aparecer. Rellenar el quiste drenado con pegamento de fibrina u otro material de relleno puede ayudar a evitar que el quiste vuelva a crecer. La extirpación completa del quiste y la raíz nerviosa asociada puede ser una opción para algunos pacientes. En algunos casos, sin embargo, dicha cirugía no alivia los síntomas del quiste de Tarlov.
Los cambios en la dieta y el uso de esteroides antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar los síntomas de los quistes de Tarlov sin cirugía. Se pueden inyectar corticosteroides en el área para aliviar el dolor y la inflamación. Los cambios en la dieta suelen tener como objetivo crear un ambiente más ácido dentro del cuerpo, ya que se cree que esto mitiga el desarrollo de los quistes de Tarlov. Se pueden administrar suplementos nutricionales especializados para ayudar a respaldar los efectos de los cambios en la dieta.