Una conmoción cerebral es una lesión traumática del cerebro causada por un golpe fuerte o una parada repentina después de un evento. Por lo general, el cerebro flota dentro del cráneo en un charco protector de líquido cefalorraquídeo, pero ciertas acciones como una entrada dura o un accidente automovilístico pueden, literalmente, golpear todo el cerebro contra las paredes interiores del cráneo. El daño resultante puede ser de leve a severo, según la intensidad del golpe y la capacidad del cerebro para realinearse después. Muchas personas se recuperan de una conmoción cerebral leve en cuestión de horas, pero otras pueden presentar síntomas durante semanas después del evento.
Un escenario típico de conmoción cerebral puede ocurrir durante un evento deportivo como el fútbol. Un jugador defensivo puede hacer una entrada dura al mariscal de campo después de un pase, y el mariscal de campo caerá al suelo. Mientras tanto, el cerebro del mariscal de campo intenta mantenerse enfocado en una dirección mientras su cuerpo es lanzado violentamente en otra. Cuando el mariscal de campo golpea el suelo, su cerebro se sobresalta por el impulso.
Durante unos minutos, el jugador afectado puede experimentar mareos, pérdida del conocimiento, debilidad en un lado de su cuerpo o una dilatación desigual de las pupilas. Puede sentir náuseas o tener convulsiones. Este es un ejemplo clásico de conmoción cerebral.
Los efectos de una conmoción cerebral leve a moderada generalmente se resuelven después de algunas horas de descanso. Es posible que aún existan algunos problemas con la visión o la orientación, pero el cerebro eventualmente se recuperará de la lesión con el tiempo. Sin embargo, la forma más grave puede estar marcada por un período prolongado de inconsciencia, cambios de humor, depresión y sangrado dentro del cerebro. Este nivel de lesión generalmente se puede diagnosticar mediante el uso de resonancias magnéticas o tomografías computarizadas poco después del incidente. No todas las hemorragias o hematomas del cerebro se consideran peligrosas o potencialmente mortales, pero una conmoción cerebral puede agravar condiciones existentes que no se diagnosticaron previamente.
Algunas personas que sufren una conmoción cerebral pueden experimentar una afección conocida como síndrome posconmoción cerebral. Incluso después de algunas semanas, quienes padecen este síndrome pueden experimentar debilidad en un lado del cuerpo, cambios extremos de humor y / o problemas con funciones cognitivas básicas, como la memoria o la orientación. Es por eso que muchos médicos recomiendan que amigos y familiares observen a cualquier persona que haya sufrido esta lesión en los últimos meses. Cualquier cambio significativo en la personalidad o capacidad cognitiva debe anotarse para referencia futura.
Se considera que una conmoción cerebral es una de las formas más leves de lesión cerebral, por lo que la mayoría de las personas que la padecen deben recuperarse por completo y poder reanudar su estilo de vida normal. Sin embargo, hay estudios que sugieren que una nueva lesión puede agravar una anterior y causar aún más complicaciones. Los atletas profesionales como los jugadores de fútbol, los artistas marciales y los boxeadores que regularmente reciben golpes fuertes en la cabeza siempre deben usar un casco adecuado o considerar retirarse antes de que ocurra un daño cerebral permanente.