¿Qué es el desprendimiento de retina regmatógeno?

El desprendimiento de retina regmatógeno ocurre cuando la retina, que es una capa delgada de tejido nervioso en la parte posterior del ojo, se desprende del resto del ojo. Esta condición puede causar ceguera si no se trata. Los médicos pueden utilizar varias técnicas para volver a unir quirúrgicamente la retina.
Este trastorno ocurre cuando la retina experimenta un desgarro o rotura. El líquido vítreo, que es el líquido dentro del centro del ojo, entra en la rotura. Empuja la retina desde atrás y la saca de su posición. Las células del tejido nervioso mueren cuando se les corta su fuente de nutrientes, lo que resulta en pérdida de la visión.

El desprendimiento de retina regmatógeno es más frecuente en adultos entre las edades de 40 y 70 años. Los hombres, las personas miopes y las personas que tienen antecedentes familiares de desprendimiento de retina regmatógeno tienen un riesgo mayor que la población general. Las personas que ya han experimentado esta afección en el otro ojo también están en riesgo.

Los pacientes cuyas retinas se han desprendido pueden ver destellos de luz brillantes o pueden ver líneas oscuras o garabatos llamados «flotadores». Estas personas también pueden experimentar una pérdida de la visión periférica, que aparece como un área oscura con forma de luna en el rabillo del ojo. A medida que avanza la afección, la pérdida de la visión periférica se expande gradualmente para incluir la visión central. El desprendimiento de retina regmatógeno puede eventualmente causar ceguera total en el ojo afectado.

La posición de la mácula, un punto en el medio de la retina, determina la gravedad de la afección. Los pacientes cuyas máculas todavía están adheridas tienen más posibilidades de recuperar su visión normal. Un paciente cuya mácula se ha desprendido puede sufrir una pérdida permanente de la visión.

Un oftalmólogo puede diagnosticar el desprendimiento de retina regmatógeno dilatando el ojo y realizando un examen físico. Trata la retina desprendida mediante un procedimiento llamado hebilla escleral. El médico cose un trozo de plástico o silicona en la parte exterior blanca del ojo para empujar la retina a su lugar.

El médico también puede inyectar una burbuja de gas en el ojo para empujar la retina a su posición. Este procedimiento, llamado retinopexia neumática, resuelve casos simples de desprendimiento de retina regmatógeno. La afección generalmente mejora en uno o dos días, pero el paciente debe tener cuidado de no mover la cabeza durante aproximadamente siete a 14 semanas después de la cirugía.
Una vitrectomía implica el uso de herramientas quirúrgicas para volver a unir la retina. El médico extrae el líquido vítreo y repara el ojo mientras el paciente está bajo anestesia general. Dependiendo de la gravedad de la afección, el médico también puede aplicar una hebilla escleral para mantener la retina en su lugar.