¿Qué es el síndrome del acento extranjero?

En 1941, el cerebro de una mujer noruega fue dañado por metralla durante un bombardeo alemán. Cuando se recuperó de la lesión en la cabeza, comenzó a hablar su idioma nativo noruego con un fuerte acento alemán. Sus médicos no pudieron explicar este fenómeno, aunque algunos aldeanos comenzaron a sospechar que la mujer era una espía o colaboradora alemana. Finalmente fue rechazada por sus compañeros del pueblo, y nunca recuperó su acento noruego natural. Su condición extremadamente rara entraría en los libros de medicina como síndrome del acento extranjero.

El síndrome del acento extranjero es tan raro que la mayoría de las fuentes informan menos de 20 casos en todo el mundo desde 1941. Prácticamente todos los casos han aparecido después de una lesión cerebral traumática, un aneurisma o un derrame cerebral. El paciente puede recuperarse normalmente del trauma inicial, solo para comenzar a hablar con un acento extranjero varias semanas o meses después. Algunos profesionales médicos inicialmente sospecharon que el síndrome era una condición psicosomática, pero investigaciones posteriores mostraron que casi todas las víctimas sufrieron daños en una sección específica del cerebro que controla el lenguaje.

Esas raras personas con esta afección a menudo se preocupan por su aparición inesperada. La familia, los amigos y los medios de comunicación pueden quedar fascinados por el repentino cambio de acento, poniendo una cara muy pública en lo que debería haber sido un tiempo de recuperación privado. Los investigadores médicos y del lenguaje también pueden querer someter al paciente a una serie de pruebas. Se sabe que algunos pacientes han recuperado sus acentos originales, pero muchos no.

Una teoría sobre el síndrome del acento extranjero es que la persona que lo sufre no habla en absoluto con un acento extranjero, sino que el oyente asigna uno basándose en las inflexiones y el énfasis. Se dice que varios estadounidenses diagnosticados con la afección hablan con acento británico, a pesar de que nunca han visitado el Reino Unido y se han criado en áreas con fuerte acento nativo, como Nueva York. Algunos investigadores creen que los pacientes en realidad hablan una forma de inglés dañado causado por la lesión inicial en el centro de lenguaje del cerebro. Lo que los oyentes perciben como un acento británico recortado puede en realidad ser un arrastre del habla americanizada.

El síndrome del acento extranjero no se considera una afección potencialmente mortal, pero quienes lo padecen pueden sentir mucha ansiedad social o sufrir agorafobia, el miedo a las multitudes y los espacios públicos. La comunicación es una parte vital de la calidad de vida de cualquier persona, por lo que las personas diagnosticadas con esta afección a menudo sienten una sensación de frustración cuando ya no pueden reconocer sus propias voces.