Dada la naturaleza sensible del procedimiento médico, se aconseja a los pacientes que eviten cualquier actividad extenuante después de la amniocentesis. Aunque la prueba del líquido amniótico es típicamente un procedimiento ambulatorio, la actividad física excesiva puede causar complicaciones que ponen en riesgo tanto la salud del paciente como la del feto en desarrollo. Sin embargo, el período de descanso recomendado es relativamente corto y los pacientes deberían poder realizar sus actividades habituales en 72 horas. Los pacientes también deben prepararse para posibles efectos secundarios después de la amniocentesis, incluidos calambres y sangrado leve. Los pacientes también deben prestar atención a los signos de complicaciones graves, como secreción líquida o fiebre alta, y deben buscar atención médica inmediata si se presentan estos signos.
La amniocentesis, en la que se extrae una pequeña muestra de líquido amniótico del útero de una mujer embarazada para el diagnóstico prenatal de infecciones fetales o anomalías genéticas, crea una pequeña punción en el saco amniótico. Aunque la herida es casi insignificante, existe el riesgo inherente de que una actividad intensa haga que la punción se rompa aún más. Se aconseja a los pacientes que descansen unas horas después de la amniocentesis. Si bien algunos hospitales permiten que los pacientes conduzcan a casa inmediatamente después del procedimiento, los expertos recomiendan que los pacientes descansen brevemente para permitir que los efectos de la anestesia desaparezcan, así como para permitir que la herida cicatrice.
Los pacientes deben evitar realizar tareas como levantar objetos pesados y hacer ejercicio físico después de la amniocentesis. Algunos expertos recomiendan que el peso máximo que los pacientes deberían poder llevar es de 15 libras (aproximadamente 6.8 kilos). Los pacientes también deben evitar tener relaciones sexuales y viajar en avión después de la amniocentesis. La mayoría de los médicos están de acuerdo en que es seguro volver a realizar estas actividades aproximadamente 72 horas después del procedimiento.
Algunas personas experimentarán leves efectos secundarios después del procedimiento. Las mujeres generalmente sienten ligeros cólicos como reacción a la extracción, pero estos tienden a desaparecer a medida que cicatriza la herida por punción. Los pacientes deben tener preparadas toallas sanitarias o tampones en caso de que el procedimiento produzca un sangrado leve. En la mayoría de los casos, el sangrado se limita a manchas leves.
Los pacientes también deben estar atentos a más signos de complicaciones graves después de la amniocentesis. Si una persona nota una secreción clara o un sangrado abundante de su vagina después del procedimiento, podría ser una señal de que el saco amniótico se ha roto y ha comenzado a gotear. Los pacientes deben ir a la sala de emergencias del hospital más cercano y buscar ayuda inmediata. Lo mismo ocurre si el paciente sufre calambres intensos o dolor abdominal severo o desarrolla una fiebre inusualmente alta. Las personas también deben buscar ayuda médica inmediata si sospechan algún cambio en su embarazo después de la amniocentesis.