¿Qué es una enfermedad contagiosa?

Una enfermedad contagiosa es una enfermedad que puede contraer de otra persona. Muchas veces, simplemente estar cerca de la persona, tener contacto con la persona o tocar algo que la persona tocó es suficiente para contraer la enfermedad. Estas enfermedades no son necesariamente peligrosas o potencialmente mortales, aunque algunas pueden serlo. Por ejemplo, el resfriado común no suele ser peligroso, pero el virus del VIH, que causa el SIDA, sí lo es.

Muchas veces, una enfermedad contagiosa se transmite a través de la transferencia de fluidos corporales, como saliva o sangre. Algunos patógenos que pueden causarle enfermedades se alojan en las gotitas de saliva. El acto de toser y estornudar hace que esas gotitas vuelen por el aire y posiblemente infecten a otra persona. Incluso estornudar o toser en una mano puede ser un vehículo para propagar enfermedades porque los patógenos pueden transferirse a un objeto cuando una persona infectada lo toca. Incluso puede transferir patógenos dándole la mano a una persona después de haber tosido o estornudado en ella.

Algunos países prácticamente han eliminado varias de las enfermedades contagiosas más mortales mediante el uso de vacunas. Una solución de vacuna compuesta por una versión débil o muerta del patógeno que causa la enfermedad contagiosa. En algunos casos, la vacuna también puede ser solo una parte del patógeno. La vacuna se introduce en el organismo de una persona sana, muchas veces mediante inyección. El objetivo es que el cuerpo identifique estas enfermedades y forme anticuerpos para combatir el patógeno.

El objetivo final de este método es que el individuo inoculado se vuelva inmune a la exposición posterior a la enfermedad contagiosa. Aunque muchas versiones de las vacunas implican una inyección, algunas, como la vacuna contra la gripe, también se pueden administrar mediante el uso de un aerosol nasal. El que reciba una vacuna a través de un método u otro depende de la edad y otros factores. Cualquiera de los dos procesos de vacunación puede tener algunos efectos secundarios asociados, por lo que es importante saber qué esperar. Algunos ejemplos de enfermedades contagiosas cuya propagación se ha controlado mediante el uso de una vacuna son la varicela, la rubéola, las paperas y el sarampión.

Si bien es posible que no sea posible eliminar por completo los patógenos que causan enfermedades contagiosas, existen algunas medidas que puede tomar para limitar sus cambios de contraer una. Lavarse las manos a menudo puede eliminar los gérmenes en sus manos. Cuando estornude o tosa, recuerde hacerlo dentro del pliegue de su brazo. Hacer esto evitará que los gérmenes entren en sus manos y evitará que se transmitan por el aire. También es importante limitar la exposición a los fluidos corporales, es decir, no compartir agujas, tener relaciones sexuales indiscriminadas o tocar fluidos corporales o artículos contaminados con fluidos corporales sin la protección adecuada.