¿Qué es la lipohipertrofia?

Las personas con lipohipertrofia generalmente tienen depósitos anormales de tejido adiposo o grasa debajo de la piel. Ciertos trastornos endocrinos pueden causar la aflicción y las inyecciones subcutáneas repetidas también pueden precipitarla. La condición también puede ocurrir después de un uso extensivo de ciertos medicamentos antidiabéticos o antivirales. El tratamiento puede implicar la eliminación de los factores causales, pero la anomalía también puede corregirse cosméticamente.

La lipohipertrofia pertenece a un grupo de afecciones cutáneas conocidas como lipodistrofia, que es una distribución anormal del tejido graso. Dependiendo de la causa, los depósitos pueden desarrollarse como un pequeño bulto debajo de la piel. Sin embargo, pueden producirse acumulaciones más grandes de tejido graso en otros pacientes.

Las personas con trastornos endocrinos suelen experimentar esta afección. Cuando las glándulas suprarrenales liberan demasiado cortisol, los pacientes desarrollan una afección conocida como enfermedad de Cushing en la que se acumula exceso de tejido graso y líquido en el abdomen, la espalda y la cara. Los tumores hipofisarios también pueden afectar las glándulas suprarrenales y causar el trastorno.

Los diabéticos insulinodependientes comúnmente experimentan esta forma de lipohipertrofia, aunque los pacientes que reciben inyecciones repetidas de otros medicamentos pueden desarrollar el mismo problema. Las inyecciones administradas en el mismo lugar repetidamente no solo contribuyen a la formación de tejido cicatricial sino también a la posibilidad de desarrollar depósitos anormales de tejido adiposo. Los proveedores de atención médica sugieren que los pacientes minimicen o eviten esta reacción alternando los lugares de inyección con frecuencia. Algunos estudios sugieren que los pacientes que usan insulinas sintéticas tienen una mayor predisposición a desarrollar lipohipertrofia y, en algunos casos, cambiar las insulinas o ajustar las dosis ha eliminado el problema.

Los pacientes que toman medicamentos antivirales para el tratamiento del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) también suelen desarrollar este trastorno. Estos pacientes pueden experimentar una combinación de síntomas de lipohipertrofia. No solo desarrollan un exceso de depósitos adiposos, sino que también experimentan lipoatrofia involutiva o pérdida de grasa anormal. Los pacientes con VIH pueden experimentar acumulaciones de grasa anormales en el abdomen, la espalda y los senos, junto con la formación de tejido adicional en el cuello y los hombros. Al mismo tiempo, algunos experimentan pérdida de tejido en la cara, las extremidades y los glúteos.

Algunos creen que el virus del VIH es responsable de los cambios adiposos, ya que los pacientes VIH positivos suelen tener niveles más altos de lípidos en sangre. Otros creen que los medicamentos contribuyen al trastorno. Los inhibidores de proteasa alteran las enzimas que normalmente eliminan el exceso de grasa, y los inhibidores de la transcripasa inversa análogos de nucleósidos interfieren con las mitocondrias celulares, lo que puede contribuir a funciones corporales anormales. Los síntomas se pueden revertir cambiando el régimen de tratamiento.

Independientemente de los factores que causan el trastorno, algunas personas afectadas mejoran con cambios en la dieta y ejercicio físico adicional. Algunos emplean la intervención cosmética como tratamiento de lipohipertrofia. Los cirujanos estéticos suelen utilizar la liposucción para eliminar el tejido graso anormal. Las personas que experimentan pérdida de tejido pueden optar por rellenos dérmicos.