Un ejercicio anaeróbico es un tipo de ejercicio en el que el oxígeno que usan los músculos para quemar energía se agota más rápido de lo que el cuerpo puede reemplazarlo. A menudo se sabe que el ejercicio aeróbico aumenta la fuerza del corazón y los pulmones. Por otro lado, se sabe que el ejercicio anaeróbico aumenta la fuerza muscular y puede ayudar a una persona a evitar la fatiga muscular en ejercicios futuros. Tanto los ejercicios aeróbicos como los anaeróbicos se pueden utilizar en conjunto para ayudar a una persona a estar en buena forma física y alcanzar sus objetivos de fitness. Cabe señalar que cualquier régimen de ejercicio debe ser supervisado por un médico y debe iniciarse y concluirse con un período de calentamiento y enfriamiento, respectivamente.
Los procesos aeróbicos se caracterizan por la presencia y uso de oxígeno mientras que los procesos anaeróbicos se caracterizan por la falta de oxígeno. Por lo tanto, un ejercicio anaeróbico es aquel en el que no hay oxígeno disponible para que lo utilicen los músculos. En cambio, los músculos necesitan encontrar energía de otras fuentes, como el trifosfato de adenosina (ATP), un compuesto que sirve para suministrar energía a las células. Cuando los músculos queman energía sin la presencia de oxígeno, se produce un subproducto llamado ácido láctico. El ácido láctico contribuye a la fatiga muscular.
Con el tiempo, el uso adecuado del ejercicio anaeróbico puede conducir a una mayor resistencia. A medida que una persona continúa su régimen de entrenamiento, el cuerpo aprende cómo producir menos ácido láctico, cómo continuar trabajando con concentraciones más altas del ácido y cómo deshacerse mejor del subproducto. Por lo tanto, la fatiga muscular se mantiene a raya durante períodos de tiempo más prolongados y aumenta la resistencia. Los ejercicios anaeróbicos también se utilizan comúnmente para aumentar la masa muscular y la fuerza muscular. Este efecto es importante para quienes desean esculpir su cuerpo y para quienes buscan quemar calorías de manera más eficiente.
Un ejercicio anaeróbico a menudo se realiza en ráfagas cortas y rápidas. Entre estas ráfagas, se debe realizar un ejercicio más lento y prolongado para permitir que los músculos se recuperen. Algunos ejemplos de ejercicios anaeróbicos incluyen levantamiento de pesas, carreras de velocidad y escalada. De hecho, muchos tipos de ejercicio pueden convertirse en ejercicios anaeróbicos si se realizan con la suficiente rapidez como para agotar el oxígeno que usan los músculos.
Sin embargo, lo importante que debe recordar antes de agregar cualquier ejercicio a su régimen es asegurarse de que lo está haciendo correctamente y de que su cuerpo es capaz de manejar el tipo de esfuerzo que está realizando. Programar una sesión con un preparador físico y visitar a su médico de cabecera para un examen físico pueden ser buenos puntos de partida antes de comenzar un nuevo régimen de ejercicios.