Existen muchos métodos para el tratamiento del agua que la hacen útil para aplicaciones en una variedad de industrias como agente de limpieza. El proceso de electrólisis del agua se promueve cada vez más como una solución de tratamiento de agua prometedora. El agua electrolizada se forma típicamente agregando una pequeña cantidad de cloruro de sodio (NaCl) al agua destilada pura y conduciendo una corriente a través de ella a través de un ánodo y un cátodo. El área del cátodo produce agua básica, mientras que el área del ánodo produce agua ácida.
Debido a limitaciones significativas, el uso y la producción generalizados de agua electrolizada han sido poco prácticos y algo inviables. Sin embargo, se siguen produciendo avances tecnológicos que lo acercan a ser utilizado para una gama más amplia de aplicaciones médicas, dentales e incluso de agua potable. Esta agua ha sido certificada para uso médico en Japón desde mediados de la década de 1980. El primer tipo de esta agua que se utilizó fue la ácida, que fue rápidamente aceptada por la industria alimentaria japonesa. Fue útil para matar bacterias y parásitos en pescado crudo sin comprometer su calidad.
A continuación, se desarrolló el agua alcalina y se utilizó en los hospitales para alcalinizar el cuerpo y como potenciador de energía. También ayudó al cuerpo a hidratarse significativamente más rápido cuando se mezcla con agua potable. El único problema que se encontró con el uso de agua electrolizada fue que tenía una vida útil corta, solo unas dos semanas. Esto hizo que solo las personas con máquinas de electrólisis pudieran beneficiarse fácilmente de él.
El uso de esta agua es poco común en los Estados Unidos, donde el cloro y los compuestos que contienen cloro son formas de desinfección mucho más comunes para la industria alimentaria. Sin embargo, se han planteado preocupaciones sobre algunos posibles problemas de seguridad que pueden surgir del cloro, y el agua electrolizada está comenzando a recibir más atención por parte de la gente de la industria alimentaria estadounidense. Por ejemplo, hay estudios que demuestran que es muy eficaz contra las bacterias y el moho en los productos frescos, sin tener efectos nocivos sobre el olor, el sabor o la textura de los alimentos.
Ciertos científicos también afirman que el agua tratada por electrólisis tiene una capacidad única para retener y transportar nutrientes que son esenciales para el cuerpo humano, así como para reducir la presión arterial. Incluso hay afirmaciones de que puede tratar los síntomas de la diabetes, las alergias, la obesidad y las enfermedades cardíacas. Será necesario realizar más investigaciones para verificar este tipo de afirmaciones, pero los posibles beneficios del agua electrolizada son ciertamente intrigantes para la comunidad médica.