La principal diferencia entre un packrat y un acumulador es que los packrats sufren de una compulsión relativamente leve por almacenar cosas, mientras que los acumuladores tienen una versión paralizante del trastorno obsesivo-compulsivo. Un packrat puede sentir una gran necesidad de recolectar artículos, e incluso puede tener problemas para tirar cosas, pero un acaparador puede tener toda su vida controlada por la abrumadora compulsión de salvarlo todo. En general, ser un packrat se considera una excentricidad menor, mientras que muchos psicólogos consideran que el acaparamiento es un trastorno mental grave que requiere tratamiento.
Una cosa que separa a los acaparadores de las ratas de manada es la motivación de su comportamiento. Los packrats generalmente tienen razones bastante lógicas para las cosas que guardan, mientras que los acumuladores a menudo están motivados por ideas irracionales o compulsiones que no pueden explicar. Para los acaparadores, puede ser casi imposible tirar algo, y muchas de las cosas que guardan no tienen ningún propósito.
Las casas de los acaparadores a menudo se llenan de periódicos viejos y montones de basura. Eventualmente, puede resultarles muy difícil navegar de una habitación a otra. A veces, pueden desperdiciar una gran parte de su dinero alquilando espacio de almacenamiento adicional para evitar tirar cosas.
La casa de un packrat a veces está abarrotada, pero generalmente es menos extrema. Es posible que tengan muchos artículos viejos esparcidos por ahí, y pueden coleccionar algunas cosas inusuales que la mayoría de la gente no consideraría recuerdos. En general, no es difícil navegar en una casa donde vive un packrat y las cosas pueden estar relativamente ordenadas.
El acaparamiento, por otro lado, en realidad puede volverse peligroso después de un tiempo. Dependiendo del tipo de artículos que estén guardando, las casas de los acaparadores pueden convertirse en un peligro sanitario, y hay casos en los que los acaparadores han muerto cuando se derrumbaron pilas de basura sobre ellos. El acaparamiento también puede crear un peligro de incendio, que puede poner en peligro al acaparador junto con sus vecinos.
Diferentes psicólogos tienen diferentes ideas sobre el tratamiento del acaparamiento obsesivo. Un enfoque es fomentar una mayor interacción social, lo que puede ayudar a los acumuladores a valorar más las cosas del mundo exterior. Algunos psicólogos se enfocan en tratar de enseñarles a los acaparadores la automotivación y ayudarlos a ver cómo su comportamiento está afectando su vida de manera negativa. Los medicamentos se utilizan a menudo junto con estas terapias para facilitar que el acaparador acepte el cambio en su vida. No es inusual que algunos terapeutas entren en la casa de un acaparador y lo ayuden a poner el desorden en una perspectiva adecuada.