¿Qué son las bacterias esféricas?

Las bacterias esféricas son un grupo de bacterias caracterizadas por una forma esférica, aunque a veces parecen estar estiradas o planas en un lado. Este grupo representa una de las tres morfologías en las que se estructuran estos organismos, las otras dos son bacterias en forma de bastón y bacterias espirales. Individualmente, estas bacterias se conocen como coco, colectivamente como cocos y como una clase cocoide. Los especímenes más comunes de bacterias esféricas son Staphylococcus y Streptococcus, pudiendo estos últimos formar largas cadenas.

En términos generales, las bacterias se diferencian de otros organismos vivos en que son unicelulares y carecen de mitocondrias y cloroplastos. También pueden prosperar en una variedad de entornos, incluidas condiciones muy extremas. Sin embargo, las bacterias esféricas son únicas porque pueden existir individualmente o en pares, estas últimas se conocen como diplococos. También pueden formar cadenas de cuatro (tetracocos), grupos de ocho o más (sarcinae) o organizarse en grupos (estafilococos).

Además de la forma, las bacterias se clasifican según la estructura de la pared celular. Específicamente, se hace una distinción entre tener una membrana plasmática o una membrana plasmática con una membrana externa. La estructura se determina inyectando un tinte de yodo en una prueba conocida como tinción de Gram. Se dice que las células bacterianas que retienen la mancha púrpura son Gram positivas. Las bacterias esféricas pertenecen a esta clasificación.

Estas bacterias pueden presentarse como organismos aeróbicos o anaeróbicos, etiquetas que indican si se necesita oxígeno para sobrevivir. Al ser Gram positivas, este tipo de bacterias resiste ser destruidas por el calor o el secado. Esto se debe a que tienen paredes celulares más gruesas que otros grupos de bacterias. Desafortunadamente, este aspecto ofrece a algunas cepas de bacterias esféricas una defensa de ser atacadas y destruidas por el sistema inmunológico del cuerpo.

Staphylococcus se encuentra en la piel y en las membranas mucosas. Si bien la mayoría de las especies de este género son completamente inofensivas, algunas producen toxinas que provocan enfermedades. La intoxicación alimentaria, por ejemplo, puede atribuirse a esta especie. Staphylococcus aureus está relacionado con el síndrome de choque tóxico, S. epidermidis con infecciones del tracto urinario y Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) es una especie particularmente robusta que se transmite fácilmente en las salas de los hospitales. Este tipo de bacteria también es el culpable de la gonorrea.

El estreptococo también se encuentra en la piel, así como en la boca y el tracto intestinal. Las especies que pertenecen a esta clase de bacterias esféricas están relacionadas con la neumonía, la endocarditis y la meningitis. Dado que S. viridans se encuentra en la boca, es el culpable de la mayoría de los abscesos dentales. Además, S. agalactiae infecta aproximadamente a un tercio de las mujeres en edad fértil y puede transmitirse a los bebés durante el embarazo.