La oncología, en su nivel más básico, implica el diagnóstico y tratamiento del cáncer. La palabra oncología proviene de la palabra griega que significa «masa» o «masa», refiriéndose a los tumores. Un médico que se especializa en oncología se llama oncólogo.
La oncología implica una amplia gama de estudios. Dado que el cáncer puede ocurrir en muchos de los sistemas del cuerpo, muchos médicos optan por especializarse en una rama particular del mismo, como el cáncer de huesos o enfermedades de la sangre. Algunos médicos se especializan en tratamientos de quimioterapia, mientras que otros se enfocan en la radioterapia. La mayoría de los médicos que se especializan en oncología realizan pasantías y residencias que se enfocan en el tratamiento del cáncer, generalmente en su rama de terapia preferida. Un especialista a menudo sirve aproximadamente cuatro años más allá del período de residencia normal.
La oncología también implica la investigación del cáncer, sus causas y posibles curas. Este es también un campo muy abierto para los científicos interesados en una variedad de oportunidades de investigación. Algunas instalaciones, como St. Jude’s Children’s Hospital, en Memphis, Tennessee, son principalmente una institución de investigación. Los investigadores de oncología continúan buscando formas de tratar incluso las formas más raras de cáncer en humanos.
La oncología ha recorrido un largo camino desde que los primeros cirujanos solo podían extirpar tumores con los medios más primitivos. Ha dado un salto adelante incluso en los últimos 25 años, con grandes mejoras en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento.
Los médicos están de acuerdo en que la detección temprana, si no la prevención, es la mejor manera de tratar el cáncer, y la oncología también cubre esta faceta de la medicina. A partir de esta filosofía, han surgido pruebas como el panel de antígeno prostático específico. Esta prueba por sí sola ha salvado a innumerables hombres mediante la detección temprana del cáncer de próstata o afecciones precancerosas. Otros exámenes, como las mamografías, representan grandes avances en la detección temprana y el tratamiento del cáncer de mama, mientras que la prueba de Papanicolaou ayuda en el diagnóstico temprano del cáncer de cuello uterino.
La oncología es un campo en constante expansión con fracasos, es cierto, pero también con éxitos espectaculares.