¿Qué es la tendinitis peronea?

La tendinitis peronea es una afección que afecta a los tendones del tobillo. Los síntomas de la tendinitis peronea son crónicos o agudos, según cómo se presenten por primera vez. Los síntomas de la tendinitis crónica ocurren durante un período prolongado de tiempo y, a menudo, son causados ​​por el uso repetitivo. Los síntomas agudos ocurren repentinamente. Estos síntomas pueden incluir dolor, hinchazón y, en casos agudos, debilidad en el tobillo.

Los tendones peroneos son dos tendones que recorren el lado externo del hueso del tobillo. Uno de estos tendones se fija en la mitad del pie mientras que el otro pasa por debajo del pie. Ambos tendones peroneos se utilizan para estabilizar el tobillo y el pie y son esenciales para cualquier tarea que implique caminar o correr. Por esta razón, la tendinitis peronea a menudo puede ser una afección difícil de curar, ya que los tendones están sometidos a una tensión constante.

La tendinitis peronea ocurre cuando uno o ambos tendones se inflaman. En la mayoría de los casos, esto es causado por movimientos repetitivos como durante ciertos deportes. Un esguince de tobillo también puede poner los tendones bajo una tensión repentina, lo que puede causar tendinitis. Los principales síntomas de la tendinitis peronea son dolor e hinchazón. Sin embargo, la tendinitis peronea crónica puede ser dolorosa pero sin hinchazón.

El diagnóstico de tendinitis peronea es importante porque la afección a menudo se diagnostica y se trata incorrectamente. Un cirujano o médico debe observar el tipo de dolor, el calor y la estabilidad del tobillo para diagnosticar correctamente el problema. En algunos casos, es posible que se requieran exploraciones para descartar otras causas potenciales.

El tratamiento de la tendinitis peronea puede requerir cirugía, pero en la mayoría de los casos, los métodos conservadores resolverán el problema. Para comenzar con la fisioterapia que incluye estiramientos, se utilizará hielo y reposo para controlar el dolor y mejorar la salud de la articulación. Puede ser necesaria la inmovilización de la articulación del tobillo para que los tendones tengan tiempo de curarse sin volver a lesionarse. Los medicamentos antiinflamatorios también se usan comúnmente para controlar la hinchazón y disminuir el tiempo de recuperación general.

Con el tiempo, la tendinitis puede convertirse en tendonosis, una degeneración del tendón. Cuando un tendón se daña de esta manera, puede ser difícil que sane ya que los tendones tienen un suministro de sangre reducido en comparación con los músculos. Los síntomas de la tendonosis peronea incluyen dolor en la parte exterior del tobillo y un arco del pie alto.