Un EEG, también llamado electroencefalografía o electroencefalograma, es una prueba que detecta la actividad eléctrica del cerebro o las ondas cerebrales. Los médicos suelen utilizar la prueba para evaluar lesiones en la cabeza o diagnosticar trastornos neurológicos. Dependiendo del motivo del EEG, el paciente puede estar despierto o dormido durante la prueba. Es posible que los pacientes deban dedicar de una a cuatro horas a realizar la prueba en el consultorio de un médico o en un hospital.
La prueba de EEG monitorea y registra la actividad de las ondas cerebrales mediante el uso de electrodos, que consisten en pequeños discos de metal que se adhieren al cuero cabelludo del paciente con un adhesivo especial. Los electrodos se conectan a cables que están conectados a un dispositivo de grabación y un amplificador. El amplificador se conecta a un monitor de computadora para que un neurólogo pueda interpretar los resultados de la prueba. Los electrodos ayudan a detectar cualquier actividad eléctrica que se genere a partir de las células cerebrales del paciente.
Los patrones de la actividad eléctrica del cerebro a menudo se clasifican en cuatro tipos diferentes de ritmos de onda durante el EEG: alfa, beta, delta y theta. Los neurólogos los utilizan para examinar cómo funciona o reacciona el cerebro mientras la persona duerme o permanece despierta en un período de hasta 30 minutos. Se evalúa al paciente con actividad en cada etapa, que va desde la sedación hasta las respuestas a la luz u otros estímulos, y las explosiones repentinas de energía.
Cada tipo de onda se registra a un ritmo diferente e indica algo diferente en relación con los patrones cerebrales del paciente. Las ondas alfa, que registran hasta 12 ciclos por segundo, indican cuando el paciente está despierto, pero con los ojos cerrados. Las ondas beta, registradas en un patrón de hasta 30 ciclos por segundo, registran la respuesta del cerebro a los medicamentos sedantes. Los médicos suelen examinar las ondas delta en los niños o durante el sueño profundo de un paciente, ya que son las ráfagas más cortas de actividad de 0.5 a 3.5 ciclos por segundo. Las ondas theta se examinan con mayor frecuencia en niños y adultos jóvenes y se registran hasta 7 ciclos por segundo.
Los neurólogos suelen administrar pruebas de actividad eléctrica a niños y adultos para diagnosticar traumatismos craneoencefálicos, enfermedades cerebrales o trastornos del sueño. Los pacientes con una lesión cerebral por un accidente pueden someterse a un electroencefalograma para que los médicos puedan evaluar los cambios en el cerebro. El examen también se puede usar para detectar un tumor cerebral o una enfermedad cerebral como la encefalitis. La actividad eléctrica de la prueba detecta con mayor frecuencia la presencia de epilepsia u otros trastornos convulsivos en los pacientes. La enfermedad de Alzheimer o la narcolepsia también se pueden diagnosticar con la ayuda de un EEG.
La preparación para la prueba de electroencefalografía suele variar según el estado del paciente. El cabello debe lavarse solo con champú la noche anterior al examen, ya que los electrodos se colocarían en el cuero cabelludo. El paciente debe evitar el uso de acondicionadores u otros productos para el cabello porque pueden interferir con los resultados de la prueba. El médico puede solicitar que el paciente deje de tomar medicamentos o evite los alimentos y bebidas con cafeína durante varias horas. El ayuno está prohibido antes de la prueba porque los niveles bajos de azúcar en sangre pueden sesgar los resultados.
Se pueden dar instrucciones sobre el horario de sueño que son específicas para cada paciente. Por ejemplo, se le puede indicar a un paciente que reduzca el sueño la noche anterior si debe dormir durante el electroencefalograma. En el consultorio del médico o en la habitación del hospital, el paciente puede acostarse en una cama o reclinarse en una silla con hasta 25 electrodos colocados en la cabeza. Los procedimientos adecuados requieren que el paciente permanezca quieto y relajado, con los ojos cerrados aunque esté despierto. Los resultados del EEG pueden estar disponibles varias horas después de la prueba.