El equipo ortopédico se refiere a una variedad de dispositivos estructurales diseñados para estabilizar, proteger y / o corregir trastornos ortopédicos. Muchos de estos dispositivos están disponibles como productos de venta libre que se pueden comprar en cualquier lugar donde se vendan suministros médicos. Los ejemplos incluyen cabestrillos para los brazos y aparatos ortopédicos genéricos para la espalda. Un médico ortopédico debe solicitar otros tipos de equipo ortopédico. De hecho, es posible que algunos dispositivos necesiten ser hechos a la medida de una persona para garantizar un ajuste adecuado.
La ortopedia es una especialidad médica que se centra en el sistema musculoesquelético, que incluye huesos, tendones, músculos, tendones, ligamentos, articulaciones y nervios. Esta rama de estudio se nombra a partir de las palabras griegas combinadas orto y pais, que significan «heterosexual» y «niños», respectivamente. Si bien muchas personas tienden a pensar que poseer o usar un equipo ortopédico es una recompensa por envejecer, los trastornos musculoesqueléticos pueden afectar a cualquier persona de cualquier edad. De hecho, los niños pueden experimentar una serie de problemas debido a defectos de nacimiento o lesiones deportivas, como pie zambo, enfermedad de Kohler, enfermedad de Sever y deformidad de Sprengel.
Algunos de los tipos de equipos ortopédicos más simples probablemente existan en cualquier botiquín de medicamentos en casa. Las compresas de hielo y las almohadillas térmicas, por ejemplo, se consideran herramientas de terapia ortopédica. El primero se aplica inmediatamente después de una lesión aguda, como un esguince de tobillo. La aplicación de calor en un sitio de lesión crónica, como un músculo distendido, puede ayudar a relajar los tejidos subyacentes y reducir la inflamación. Sin embargo, hay ocasiones en las que un médico ortopédico puede recomendar alternar ambas terapias para determinadas afecciones.
Dado que las lesiones de rodilla son uno de los problemas más comúnmente experimentados en la medicina ortopédica, existe una variedad de rodilleras disponibles. La mayoría de las lesiones de rodilla están relacionadas con un desgarro del ligamento cruzado anterior (LCA). La pieza de equipo ortopédico generalmente recomendada para este tipo de lesión es una rodillera funcional, que permite al paciente reanudar muchas actividades normales mientras protege la rodilla. Las rodilleras profilácticas, por otro lado, están diseñadas para prevenir lesiones. De hecho, los atletas a veces los usan para este propósito.
Dependiendo de la naturaleza y el origen de la afección, eventualmente puede ser necesario consultar con un cirujano ortopédico. Se considera la cirugía ortopédica cuando todos los demás tratamientos no logran aliviar una afección crónica, como la artritis. Algunos de los tipos más comunes de cirugías ortopédicas son el reemplazo de cadera y rodilla y los procedimientos para reemplazar el cartílago perdido, como la mosaicoplastia. La cirugía también se puede realizar para reparar ligamentos desgarrados o para mejorar la posición y función, como es el caso de una liberación lateral de la rótula. El equipo ortopédico, como un andador o un bastón, generalmente se sugiere para ayudar en la recuperación posoperatoria de este tipo de procedimientos.