La dermatitis liquenoide es una alergia que se forma en la piel y causa una erupción de color púrpura con picazón. Es causada por daño a la epidermis, que resulta en inflamación y problemas con la forma en que la capa externa de la piel interactúa con la siguiente capa interna de tejido, llamada dermis. La afección también se conoce como liquen plano y, con mayor frecuencia, resulta en mucositis liquenoide, una afección en la que se forman lesiones blancas, ampollas y úlceras en la boca. No suele afectar a niños ni a adultos jóvenes.
Una afección poco común, la dermatitis liquenoide se diagnostica fácilmente debido al tinte púrpura de las pápulas poligonales, o protuberancias elevadas, que se forman en la piel. La erupción generalmente se forma en los tobillos, la espalda baja, las muñecas o los antebrazos. También puede aparecer en el cuero cabelludo, las uñas o los genitales. Las protuberancias pueden ser desde pequeños puntos diminutos hasta discos más grandes que pueden convertirse en parches escamosos de piel que pican o son incómodos. La erupción también puede aparecer como una línea en partes del cuerpo y, a menudo, se produce una decoloración gris de la piel una vez que la erupción ha desaparecido.
Se cree que el problema es causado por una reacción alérgica a medicamentos u otras sustancias químicas, o que se desarrolla como resultado de una infección viral. Se cree que muchos medicamentos para enfermedades cardíacas, presión arterial alta, hipoglucemiantes y artritis causan una reacción alérgica. También se sabe que lo causan los inhibidores de la bomba de protones.
Si bien la dermatitis liquenoide no es contagiosa, puede indicar una afección cutánea más grave o podría ser causada por hepatitis C o enfermedad de injerto contra huésped de la piel. Una persona con síntomas de este tipo de inflamación debe consultar inmediatamente a un profesional médico para determinar la causa de la erupción y desarrollar un plan de tratamiento. Por lo general, la piel se curará naturalmente en dos años, pero puede reaparecer repentinamente.
Un profesional de la salud puede recetar lociones o espumas de cortisona para tratar la erupción, pero el paciente deberá evitar la sustancia química que inicialmente causó la irritación. También se recetan comúnmente antihistamínicos para la inflamación o antibióticos para una infección. Dependiendo de la gravedad de la erupción, un profesional médico puede sugerir inyecciones de esteroides o tratamientos con luz de fotoquimioterapia. Sin embargo, estos tratamientos solo ayudarán con la picazón o el aspecto del sarpullido y no curarán la afección de la piel.