El cáncer pélvico es cualquier cáncer que se presenta en la región pélvica. La persona afectada puede ser hombre o mujer, pero la mayoría de los tipos de cáncer pélvico afectan los órganos femeninos como el útero y los ovarios. Estos cánceres se refieren al órgano específico afectado, en lugar del término general cáncer pélvico. Los cánceres que ocurren en la misma área general del cuerpo pueden compartir algunos de los mismos síntomas, aunque técnicamente son tipos de cánceres diferentes. Esto es cierto para muchos síntomas diferentes del cáncer de pelvis y puede incluir incontinencia urinaria, dolor y sensación de plenitud en el abdomen.
Uno de los síntomas más comunes del cáncer de pelvis es el dolor pélvico. Esto a menudo se ignora o se explica como un tirón muscular, un problema menstrual u otro problema no grave. El dolor pélvico puede ser causado por una enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), una afección crónica que puede ser causada por una serie de problemas, incluidas las enfermedades de transmisión sexual y los abscesos en los órganos reproductivos. El dolor pélvico crónico también puede ser causado por apendicitis u otras afecciones que no están directamente relacionadas con el área pélvica.
La mayoría de los cánceres pélvicos afectan a las mujeres, ya que se localizan en los órganos reproductores femeninos. Los hombres con síntomas de cáncer pélvico, como dolor crónico, deben someterse a exámenes de detección de cáncer de próstata o cáncer de testículo, ya que estos suelen tener dolor como síntoma principal. Un hombre con uno de estos tipos de cáncer también puede experimentar cansancio, bultos o sensibilidad y agrandamiento de los senos.
Otros síntomas comunes del cáncer pélvico son pérdida de peso inexplicable, náuseas, incontinencia, gases, sangrado vaginal entre períodos o en mujeres posmenopáusicas y ganglios linfáticos agrandados. El abdomen puede sentirse muy lleno o pesado, y la persona también puede tener dolor lumbar. El dolor durante las relaciones sexuales es común con ciertos tipos de cáncer pélvico, especialmente el cáncer de cuello uterino.
El tratamiento del cáncer de pelvis depende de varios factores diferentes. A menudo, la cirugía es el primer paso, eliminando tanto como sea posible el cáncer y el tejido circundante. La quimioterapia se puede usar antes de la cirugía para reducir los tumores grandes y, a menudo, se usa después de la cirugía para destruir las células cancerosas restantes. La radioterapia también se puede usar para asegurarse de que el cáncer no pueda volver a crecer.
Si los síntomas del cáncer pélvico se ignoran o no se reconocen como graves, el cáncer puede hacer metástasis o diseminarse a otros órganos, incluidos el hígado y los pulmones. El tratamiento para el cáncer con metástasis tiende a ser mucho más complicado y puede no tener un pronóstico tan bueno como el tratamiento para el cáncer que se limita a un solo lugar. Es importante que cualquier persona que crea que puede estar experimentando síntomas de cáncer pélvico consulte con un médico lo antes posible.