¿Qué es un complejo de osteofitos de disco?

Un complejo de osteofito de disco es una anomalía de la columna que suele ser causada por el proceso de envejecimiento normal, aunque puede surgir en un paciente más joven debido a un trastorno autoinmune o una lesión traumática importante. Cuando el tejido blando del disco entre las vértebras comienza a romperse, el área puede calcificarse, endurecerse y ejercer presión sobre los huesos. La afección afecta con mayor frecuencia a las vértebras cervicales del cuello y puede provocar dolores de cabeza frecuentes, rigidez del cuello y debilidad en los hombros. Las decisiones de tratamiento se basan en la gravedad de los síntomas del paciente, pero pueden incluir medicamentos, fisioterapia, cirugía o los tres.

Las personas mayores de 55 años corren el mayor riesgo de desarrollar este complejo. A medida que el cuerpo envejece, el tejido del cartílago dentro de las articulaciones espinales comienza a degenerarse de forma natural. La degeneración del disco puede resultar en el desarrollo de espolones óseos, o protuberancias óseas duras, entre las vértebras que se frotan entre sí y causan más daño en la columna. Ser obeso y tener antecedentes familiares de osteoartritis tienden a aumentar el riesgo de problemas de columna en el futuro. Otras afecciones que pueden preceder a esta afección incluyen artritis reumatoide, trastornos sanguíneos como la hemofilia y lesiones graves en la cabeza y el cuello.

Un complejo de osteofito de disco puede no causar síntomas notables en las primeras etapas del desarrollo. A medida que los espolones óseos comienzan a crecer y a frotar las vértebras, el cuello de una persona puede sentirse rígido y dolorido. El dolor puede irradiarse desde el cuello hasta los hombros y los brazos, provocando debilidad y fatiga. Son comunes los dolores de cabeza que parecen estar centrados en la parte posterior de la cabeza. Si el complejo se vuelve lo suficientemente grande como para presionar contra la médula espinal o los nervios periféricos, puede causar un dolor debilitante o incluso parálisis en las extremidades superiores.

Es importante recibir una evaluación clínica siempre que el dolor de cuello se convierta en una molestia persistente. Un médico puede buscar signos de la afección preguntando acerca de los síntomas y tomando radiografías de la columna. En la mayoría de los casos, los espolones óseos que sobresalen se pueden reconocer en las pruebas de diagnóstico por imágenes. Después de confirmar el diagnóstico, el médico puede explicar diferentes opciones de tratamiento.

Los trastornos degenerativos que se detectan temprano a menudo se pueden tratar con medicamentos. Los medicamentos antiinflamatorios orales ayudan a aliviar el dolor y aumentan la flexibilidad en el cuello. El masaje, el hielo y el descanso también suelen ser útiles para aliviar los síntomas. Si un disco está gravemente dañado, es posible que el paciente deba recibir una inyección de corticosteroides directamente en el cuello para tratar la inflamación. La cirugía para cortar espolones óseos, fusionar vértebras y descomprimir la columna es una opción final en el caso del complejo osteofito de disco en etapa tardía.