Una uña blanca puede indicar varios problemas médicos diferentes. Si todas las uñas están blancas o parcialmente blanqueadas, generalmente significa que está ocurriendo un problema sistémico. Una uña que se vuelve blanca puede indicar un problema con ese dedo específico. Las uñas blancas pueden ser todas blancas o parcialmente blancas, según la causa. En un signo clínico conocido como uñas de Terry, por ejemplo, las uñas son blancas con un arco de coloración marrón en la punta.
Una de las razones por las que una uña puede volverse blanca es la mala vascularización del dedo. Esto puede ser el resultado de un traumatismo en el dedo o la uña, como por ejemplo, cuando una mano se golpea contra una puerta, o puede ser causado por diabetes, enfermedad cardiovascular u otros problemas circulatorios. Las personas con problemas circulatorios sistémicos pueden observar decoloración en todas las uñas.
Otra causa es la enfermedad hepática o renal. Las personas con cirrosis avanzada suelen tener las uñas blancas, por ejemplo. La anemia también puede provocar blanqueamiento y palidez en las uñas, al igual que la desnutrición.
Si las uñas son blancas, suaves y quebradizas, es un signo de infección por hongos. En las primeras etapas de la infección por hongos, una o más uñas pueden volverse blancas antes de ablandarse. Las uñas se perderán si se deja que la infección persista, exponiendo el delicado lecho ungueal.
Además del blanqueamiento, las uñas también pueden engrosarse, distorsionarse, desarrollar crestas elevadas y mostrar otros signos. Todos estos signos clínicos en las uñas pueden ser herramientas de diagnóstico útiles para los profesionales médicos. Las personas que notan cambios en el color, el grosor, la textura o la forma de las uñas deben llamar a un profesional de la salud para discutir la situación.
El profesional médico puede determinar que una uña blanca, estriada o anormal es motivo de preocupación y recomendar algunas pruebas de diagnóstico que pueden usarse para aprender más sobre la situación. A veces, los cambios en las uñas son el primer signo de un problema subyacente más grave, y es importante seguir las recomendaciones de un proveedor de atención médica sobre las pruebas de diagnóstico, incluso si alguien se siente sano y en forma.
Las personas que se pintan las uñas con regularidad deben intentar adquirir el hábito de controlar periódicamente la salud de las uñas quitando el esmalte de uñas y otros productos para permitir que se vea el color natural de la uña. También es importante estar atento a los cambios en la textura y el grosor que pueden revelar problemas en la uña que quedan ocultos por el esmalte de uñas.