¿Qué es una etiqueta RFID?

La tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) utiliza pequeñas etiquetas electrónicas como dispositivos de identificación inalámbricos. Las etiquetas RFID pasivas no requieren una fuente de energía estándar, sino que usan una antena para recoger solo un poco de energía y transmitir una respuesta a un receptor. La tecnología se remonta al menos a 1945, pero solo ha comenzado a alcanzar popularidad y viabilidad financiera en los primeros años del siglo XXI.

Una etiqueta RFID tiene solo un poco de información sobre el objeto al que está adherida. Si etiquetó todo en su casa, podría caminar alrededor de su casa con un receptor y apuntarlo a cualquier objeto, y el receptor le diría a qué está apuntando. La tecnología funciona incluso si hay un medio intermedio entre la etiqueta y el receptor.

Las etiquetas RFID están a punto de entrar en la industria del transporte marítimo. Se ha propuesto que cada caja esté etiquetada para permitir una identificación fácil y automatizada. Si se hiciera omnipresente, la tecnología agilizaría enormemente el proceso de envío. Se ha dicho que el costo de una sola etiqueta deberá caer por debajo de los 5 centavos de dólar para que su uso generalizado sea rentable.

En 2006, las principales empresas de tarjetas de crédito comenzaron a ofrecer tarjetas con tecnología RFID implantada, lo que permite utilizar la tarjeta sin un lector magnético. Algunos frascos de medicamentos vienen con etiquetas RFID, lo que permite a las personas mayores ciegas identificar su contenido y la fecha de vencimiento. Estas etiquetas se han instalado para pagos automatizados de todo tipo, como pagos en carreteras de peaje.

Las etiquetas RFID más pequeñas miden sólo 0.15 mm × 0.15 mm, pero deben colocarse en una antena que suele tener el tamaño de un sello postal. Las personas se han implantado estas etiquetas debajo de la piel que interactúan con los sistemas de seguridad domésticos. Por ejemplo, un cyborg RFID podría simplemente agitar su mano frente a una puerta, haciendo que un receptor incorporado identifique su etiqueta única y abra la puerta.

Junto con las etiquetas pasivas, también hay etiquetas activas que son un poco más grandes, aproximadamente del tamaño de una moneda. Estas etiquetas vienen con sus propias fuentes de energía y funcionan con una mayor intensidad de señal en distancias más largas. Se ha propuesto que las etiquetas activas se utilicen como intermediarios entre las etiquetas pasivas y un lector central o una computadora. Dentro de unos años, puede haber cientos de productos en su hogar equipados con etiquetas RFID.