Se obtiene un efecto de cámara lenta reproduciendo material filmado a una velocidad más lenta que la que se usó para filmarlo, escalonando así los fotogramas y haciendo que la acción parezca más lenta, aunque en realidad ocurrió en tiempo real. Hay varias formas de lograr este efecto y es una técnica común de realización de películas que se ve en todas partes, desde transmisiones deportivas hasta películas artísticas.
Una forma de crear este aspecto es girar demasiado la cámara que se está utilizando para filmar, lo que significa que la cámara filma a una velocidad más rápida de lo normal. Cuando la película resultante se proyecta con un proyector a una velocidad regular, la película sobrearrancada se verá a cámara lenta. También es posible interpolar fotogramas en una película que ya se ha producido para ralentizar la acción, creando cámara lenta. Esta técnica es útil porque se puede utilizar en postproducción, después de que la película ya ha sido filmada y alguien decide que quiere ver una versión más lenta.
En películas y programas de televisión, generalmente se toma la decisión consciente de usar la cámara lenta con anticipación, y la cámara se acelerará en el momento apropiado. En situaciones como programas deportivos, la versión ralentizada generalmente se logra interpolando fotogramas en una película filmada a velocidad normal. Este tipo de cámara lenta se usa a menudo para resaltar un momento de interés o para reproducir una acción rápida a una velocidad que la gente realmente puede ver. En algunos juegos deportivos, es posible que una cámara gire en exceso de forma continua para hacer que la reproducción instantánea ralentizada esté disponible.
La interpolación de cuadros puede ser complicada. Los cineastas modernos tienen la ventaja de los programas de computadora que se pueden utilizar para transformar los dos fotogramas circundantes para crear un nuevo fotograma que se entrelazará sin problemas cuando se reproduzca la película. Históricamente, los fotogramas interpolados a veces se hacían copiando uno de los fotogramas vecinos, lo que podía crear un aspecto entrecortado o extraño que a menudo atraía la atención de los críticos. A veces también se insertaban marcos en blanco, lo que podía hacer que la película se moviera de una manera bastante molesta cuando se veía.
La técnica fue desarrollada por August Musger, un cineasta austríaco que, lamentablemente, es recordado por poco más que esta contribución al arte de filmar. Musger trabajó en una época en la que las velocidades de filmación y reproducción eran diferentes a las de hoy, y podría sorprenderse al ver el aspecto sorprendentemente suave y uniforme de la cámara lenta moderna.