Los mapas electrónicos son representaciones digitalizadas de áreas geográficas. Estas herramientas se pueden utilizar en todo, desde la navegación en el automóvil hasta el mapeo de datos etnográficos. Muchos están disponibles gratuitamente para los miembros del público que pueden descargarlos y usarlos en una variedad de dispositivos, incluso en programas de edición que les permiten realizar ciertos cambios. Los fabricantes de mapas y accesorios electrónicos también pueden permitir el crowdsourcing, en el que los usuarios envían datos para intercambiarlos entre sí a través de una red.
La forma más básica de mapa electrónico es el mapa ráster, que actúa como un escaneo de un mapa de papel tradicional. Esto proporciona las mismas funciones y el usuario puede acercar y alejar la imagen. Con cada zoom, se muestra un mapa a la nueva escala para beneficio del usuario. Algunos programas permiten al usuario dibujar rutas y tomar notas en mapas ráster. Sin embargo, estos mapas no son interactivos y pueden tener una funcionalidad limitada para el beneficio del usuario.
Estos están en contraste directo con los mapas vectoriales, donde el mapa contiene capas de información que brindan una rica funcionalidad para el usuario. Por ejemplo, un mapa de calles puede alinearse con satélites de posicionamiento global para que pueda interactuar con un dispositivo de navegación. La posición del usuario en el mapa se puede señalar y el dispositivo puede dar instrucciones al usuario entre dos o más puntos. Los mapas vectoriales también pueden conectarse con servicios como reseñas de restaurantes, localizadores de gasolineras y otras herramientas que el usuario podría encontrar útiles.
En la investigación, los mapas electrónicos pueden ser una herramienta valiosa. Los investigadores pueden incrustar datos directamente en un mapa para generar una variedad de gráficos. Por ejemplo, las personas interesadas en los ingresos podrían crear un mapa regional de diferentes niveles de ingresos. La información puede hacer una referencia cruzada con la edad, el sexo y otras estadísticas para permitir que el investigador la manipule de diversas formas. Con cada actualización, el mapa electrónico podría actualizarse para mostrar los cambios y proporcionar una referencia visual para los temas en discusión.
Las personas también pueden usar mapas electrónicos para actividades como rastrear patrones climáticos, altitud, condiciones climáticas y otros factores ambientales. En este caso, el mapa podría estar vinculado a una base de datos mantenida por una agencia gubernamental. Algunos mapas electrónicos ofrecen actualizaciones en tiempo real como alertas cuando ocurren terremotos dentro de una zona determinada. Esta funcionalidad puede ser útil tanto para científicos como para miembros del público que puedan estar planificando viajes o siguiendo eventos naturales.