Un cromalocito es un nanorobot móvil en forma de rombo, que consta de aproximadamente cuatro billones de átomos. Su propósito es ser un vector de entrega de genes superior a los virus (que se utilizan normalmente en la actualidad), ofreciendo un grado mucho mayor de precisión y control para el experimentador. Aunque el cromalocito, diseñado por Robert Freitas, pionero en nanotecnología, aún no se ha fabricado, parece factible en las próximas décadas. Los científicos ya han diseñado MEMS (sistemas microelectromecánicos) que pueden maniobrar a través del torrente sanguíneo humano. Los NEMS (sistemas nanoelectromecánicos) son solo cuestión de tiempo.
Los cromalocitos están diseñados para llevar a cabo todos los procedimientos de la terapia de reemplazo cromosómico. Estos robots penetrarían la pared de la célula, navegarían hasta el nucléolo, eliminarían todo el contenido de cromatina y lo reemplazarían con cromosomas diseñados a medida en un laboratorio, utilizando una probóscide artificial. El cromalocito tiene aproximadamente 5 micrones de largo y 4 micrones de grosor, apenas lo suficientemente pequeño como para caber cómodamente en el núcleo de una célula.
Debido a que muchas enfermedades son causadas por cromosomas defectuosos o expresión génica defectuosa, la terapia de reemplazo cromosómica del tipo que llevan a cabo los cromalocitos tendría el potencial de detener una variedad de enfermedades, incluida la principal causa de muerte en la actualidad, la enfermedad cardíaca. Pero la implementación efectiva de la terapia de reemplazo de cromosomas requeriría muchos billones de nanobots trabajando juntos. Para construir una cantidad tan grande de dispositivos tan pequeños, necesitaríamos un dispositivo que pueda dedicarse a la fabricación con precisión atómica. Varias empresas y universidades están trabajando actualmente en esta dirección.
El cromalocito es uno entre varios nanorobots médicos diseñados en detalle por Robert Freitas. Otros incluyen el respirocito, un glóbulo rojo artificial, el microbiovoro, un glóbulo blanco artificial, un vasculocito, que limpiaría el sistema circulatorio, y el coagulato, una plaqueta artificial para acelerar la coagulación de la sangre. Todos estos se analizan extensamente en el libro Nanomedicine.