Los animales utilizados para las pruebas de laboratorio no se seleccionan al azar de las tiendas de mascotas o criadores locales, sino que se envían directamente desde empresas especializadas que crían cepas genéticamente puras. Esta pureza elimina muchos de los problemas que enfrentan los científicos al observar los resultados de sus experimentos, ya que todos los animales deben tener una salud similar de antemano. Durante décadas, uno de los animales de prueba de elección fue el conejillo de indias, considerado más vigoroso y más fácil de observar que los ratones o las ratas. Para ser utilizado como conejillo de indias, por lo tanto, está destinado a ser el sujeto de prueba para experimentos médicos o científicos.
Sin embargo, con el tiempo, el conejillo de indias se volvió cada vez menos popular como animal de prueba para la experimentación de laboratorio. En comparación con otros roedores, tiene un largo período de gestación, lo que significa que podrían pasar meses antes de que se puedan estudiar generaciones de animales para detectar daños genéticos. El animal también es muy sensible a fármacos como la penicilina, lo que no lo convierte en un candidato ideal para la investigación médica. Muchos laboratorios ya han cambiado al uso de ratones para su investigación, y ahora solo hay dos cepas de conejillos de indias de laboratorio disponibles para fines de investigación. En 2006, una importante instalación de cría en Gran Bretaña cedió a la presión pública y acordó detener la producción.
En la lengua vernácula común, ser utilizado como conejillo de indias sugiere convertirse en un probador de un proceso o producto no probado. Si una amiga se gradúa de una escuela de belleza y quiere realizar su primer corte de pelo profesional, por ejemplo, la valiente amiga de la silla está siendo utilizada como conejillo de indias. Un cocinero que experimenta con una nueva receta también puede buscar un voluntario para que actúe como sujeto de prueba. Otros pueden decidir observar las reacciones de la persona antes de comprometerse con una prueba de sabor similar. A diferencia del roedor real, una persona a menudo es consciente de los peligros involucrados y acepta correr el riesgo.
A veces, una gran empresa utilizará una de sus divisiones más pequeñas como sujeto de prueba para medir el interés público en una nueva línea de productos o servicios. Al observar los resultados positivos y negativos del experimento, la empresa puede tomar una decisión racional sobre si invertir o no más dinero y tiempo en el proyecto. Ser utilizado como conejillo de indias en un sentido retórico puede ser gratificante y arriesgado al mismo tiempo. Hay un elemento de sacrificio inherente al puesto, pero también suele haber una sensación de logro si el experimento conduce a nuevos avances.